Tania Lamarca (Vitoria, 1980) es una exgimnasta olímpica que logró el oro en Atlanta 96’ con el equipo de rítmica y también se alzó campeona del mundo dos veces. Ha participado en el Sport Business Symposium de Tarragona, donde ha explicado su experiencia antes, durante y después de su carrera como deportista en la élite.
- Ha participado en el Symposium con la charla ‘Campeones y gregarios’.
- Me propusieron hacer una conferencia de deporte y empresa. Y en los dos ámbitos se necesita un equipo detrás para poder llegar arriba. En este caso, la hago junto a Javier Gómez –coach y ejecutivo de Grupo Asser–.
- ¿Qué papel juega cada uno?
- Por guión, Javier sería el gregario y yo la campeona. De lo que hablamos es que no hay éxito sin equipo. En mi caso, al ser un deporte de conjunto necesitaba de mis compañeras.
- ¿Qué recuerda del éxito en Atlanta 96’?
- No lo valoré cómo ahora. Estaba metida en una rutina de entreno y trabajo y entonces era la recompensa al esfuerzo bien hecho. Con el tiempo te das cuenta de lo que cuesta realmente ganar un oro olímpico. Llegar a unos Juegos ya es difícil y lograr una medalla todavía más.
- Han pasado 21 años ¿qué ha aprendido desde entones?
- Que los valores del deporte son aplicables a la vida. A mi me cogió en la adolescencia pero te enseña trabajo, sacrificio, levantarse tras una caída, etc. un montón de valores que ahora aplico a mi vida laboral. Vivo un momento en el que quiero compartir, hacer conferencias y llegar a las personas.
- ¿Cómo puede servir su experiencia a los demás?
- Cuando cuentas tu historia la gente lo ve más real. Llegar a unos Olímpicos fue complicado pero el después también. Contarlo te permite empatizar con las personas. Es una manera de mostrar que no hay nada fácil pero todo se puede hacer.
- ¿Cuál fue el momento más difícil?
- La etapa más complicada fue la retirada, sobre todo cuando no lo decides tu. Volver a la vida fuera del deporte de élite me costó pero entonces introduje lo que había aprendido en mi día a día. De todos los cambios se aprende e intento buscar el lado positivo.
- Ese positivismo ha estado presente en la charla.
- Soy una persona positiva, siempre veo el vaso medio lleno sin darme cuenta. No es que todo vaya bien siempre, pero cuando las cosas van mal, hay que agarrarse a lo poquito bueno que haya para ser optimista y seguir adelante.
- Se define como luchadora y soñadora.
- Soy luchadora porque las cosas que he logrado no las he conseguido a la primera. Nunca me rindo. Y me considero soñadora porque siempre tengo algún objetivo en mente. Creo que soy positivamente inconformista, no me gusta acomodarme.
- ¿Cómo ha evolucionado la rítmica en estos 21 años?
- Hubo un bajón después de nuestra participación en los Juegos Olímpicos, pero el año pasado se volvió a la línea del podio con una plata en Río. El equipo se ha renovado y ahora lo más importante es mantener el nivel.
- En Constantí está el campeón de España junior, Ángel Darío. ¿Cómo ve la incursión masculina en la rítmica?
- Superpositiva. A mi hija siempre le digo que haga lo que quiera y le guste. En este sentido me parece bien que cada vez haya más hombres en la gimnasia rítmica.