Hace justo 15 días que los nuevos propietarios del CF Reus, Clifton Onolfo y Rusell Platt, se hacían cargo del club en una compra de última hora y casi en tiempo récord. En el primer comunicado de los nuevos inversores americanos, éstos aseguraban, en el punto nueve de su ideario, que filial, trabajadores y técnicos, tanto del primer equipo como del fútbol base, iban a cobrar lo que se les adeudaba antes de finales del mes de enero. De momento, eso no ha sucedido.
La situación que se vive entre los afectados es prácticamente insostenible. Estamos hablando, en su mayoría, de sueldos básicos para la subsistencia individual de cada caso y cinco meses de retraso significa demasiado tiempo.
Onolfo recibió la pasada semana la validación legal del cambio de nombre de la propiedad por parte del Consejo Superior de Deportes, por lo que dispone de las condiciones para la apertura de una nueva cuenta bancaria del club y así poder empezar a pagar las nóminas.
La herencia de Oliver
Es verdad que la mayoría de estos impagos forman parte de la deuda declarada de más de cinco millones de euros que ha dejado Oliver en el club, aunque entre las condiciones de la compra, los nuevos jefes de la Sociedad Anónima Deportiva deben hacerse cargo de esa deuda.
Desde que ha aterrizado en Reus, Clifton Onolfo no ha hecho más que sortear obstáculos y encontrarse con problemas inesperados.
El americano ha declarado públicamente que Oliver le ha ocultado información sobre la realidad y el presente del club, pero, de momento, no ha considerado oportuno realizar el pago de nóminas pendientes, algo que genera muchas sospechas.
Y es que, a pesar de que el mismo Onolfo ha confesado que su intención es la de quedarse en Reus pase lo que pase, el hecho de que de momento no haya saldado parte de la deuda, crea muchas dudas sobre su continuidad al frente del CF Reus. En el entorno se piensa que está esperando la resolución definitiva del Tribunal Administrativo del Deporte sobre la sanción que LaLiga ha impuesto al Reus, para decidir si se queda o se va.
Los abogados, el gabinete Cuatrecasas, trabajan para los tres años de castigo lejos del fútbol profesional se reduzcan al máximo para que así la viabilidad del proyecto sea total. Veremos qué ocurre.