La Masia cumple 40 años con 18 jugadores provinciales en sus filas

La residencia del FC Barcelona colecciona cuarenta años de labor como vivero educativo de grandes futbolistas, de Guillermo Amor a Ansu Fati

25 octubre 2019 10:56 | Actualizado a 26 octubre 2019 19:05
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La Masia colecciona cuarenta años de su función como vivero de deportistas para el FC Barcelona, además de residencia para  jóvenes futbolistas procedentes de fuera de la Ciudad Condal.

Desde el primer grupo de elegidos, entre los que se hallaba Guillermo Amor, actual director de relaciones institucionales y deportivas del FC Barcelona, hasta la última sensación del primer equipo, el joven Ansu Fati (16 años), La Masia se ha transformado en la casa de centenares de jugadores que el Barça ha formado y cuidado en estos cuarenta años.

El sello de La Masia no sólo se ha convertido en un símbolo para el FC Barcelona, también se trata un icono reconocido en España y el resto del mundo, ya que muchos deportistas que han podido optar por otra entidades, al final sus padres se han decantado por la institución azulgrana, gracias al elevado grado de calidad, confort y seguimiento que sus responsables hacen con los jóvenes hospedados.

Los primeros residentes en la vieja Masia del Camp Nou fueron Romà Albarrán, Betriu, Pep Boada, Òscar Lausín, José Fernández, Guillermo Amor, Esteve Castañer, Manuel Bautista ‘Bata’, César Redondo, Manolo Muñoz y Ricardo Arnal

El cambrilense Albert Puig, director del fútbol formativo del FC Barcelona de 2010 a 2014, conoce perfectamente los encantos y los secretos de esa residencia tan peculiar que distingue al club. «Creo que estamos hablando de un modelo de gestión, no sólo de futbolistas, también de personas». Antes de tomar las riendas de la base azulgrana, el de Cambrils había pasado por casi todos los estamentos de la Masia. Fue scouting, segundo entrenador y primer técnico. Puig valora especialmente «el papel de formadores que deben adoptar los técnicos del fútbol base, sobre todo con  los chicos que se encuentran alejados de su entorno familiar y necesitan ese apoyo fuera del fútbol».

A Albert Puig le marcó una acción de fair play que dio la vuelta al mundo en 2007. Dirigía al equipo alevín del Barcelona en el torneo de Peralada y en un partido ante el Espanyol se dejó anotar un gol en propia meta porque su equipo no había devuelto el balón al rival tras una lesión de un joven del Espanyol. El Barça además se benefició de ello sin querer para marcar el 1-0. Esos valores marcaron el mandato de Puig en la Masia. 

El paso de la antigua a la nueva Masia, situada en la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí y con capacidad para acoger a 60 jóvenes, ha resultado clave para la modernización de la residencia. «Era necesario y ha mejorado mucho las prestaciones. La antigua Masia disponía de un valor sentimental y romántico muy bonito, pero la nueva es un paso adelante  en todos los sentidos», reafirma Albert Puig.

El espejo del primer equipo
La cantera del FC Barcelona, también conocida con la etiqueta de La Masia, dispone en la actualidad de hasta 18 jugadores llegados de varios rincones de la provincia de Tarragona. 
Para todos ellos, el gran espejo lleva nombre y apellidos; Sergi Roberto Carnicer, el mediocampista reusense que se ha trabajado un recorrido consolidado en la primera plantilla del Barcelona. De hecho es uno de los cuatro capitanes del plantel que dirige Ernesto Valverde.

Sergi Roberto se erigió como uno de los grandes descubrimientos de Albert Puig en su etapa como scout. Junto a él otros canteranos de postín alcanzaron el sueño del Camp Nou como el central de Sant Jaume dels Domenys, Marc Bartra o el extremo reusense Isaac Cuenca. Como exponentes clásicos de la residencia, reinan, entre la nómina de  artistas azulgranas más deslumbrantes, Andrés Iniesta, Carles Puyol, Iván de la Peña o Josep Guardiola. 

Normas de conducta
El reusense Dani Segovia ejerce desde hace cinco años como entrenador del fútbol formativo del Barça. Hoy dirige al prebenjamín A y adopta un papel mucho más completo que el de un simple técnico deportivo. «El trabajo resulta más amplio. Les enseñas a vestirse, a saludar a todo el mundo, a comportarse con respeto dentro del campo y fuera de él. Intento que aprendan a valorar al club que representan», confirma. 

El método deportivo del Barcelona también ha dado la vuelta al mundo. Su academia se ha caracterizado por la apuesta descarada hacia el  fútbol combinativo. Desde que Johan Cruyff impulsara esa filosofía, todos los equipos de las inferiores encaminan su preparación de la misma forma. Parten incluso desde un mismo sistema de juego; el 4-3-3.

El ideario del Barcelona alcanzó su cenit más celestial cuando en la primera plantilla deslumbraron productos tan brutales de la Masia como Messi, Xavi, Iniesta, Piqué o Busquets, la generación que comandó Guardiola desde el banco y que probablemente creó el mejor equipo de la historia del fútbol.

Los cracks que vienen

Los 18 representantes de provinciales de La Masia son; Guillem Jaime (Barça B), Jaume Jardí (juvenil A), Marc Alegre y Arnau Solà (juvenil B), Gerard Hernández, Joan Anaya e Íker Córdoba (cadete), Gerard Curto, Ángel Jiménez y Jofre Torrents (infantil), Albert Vicens, David Juan, Jan Ferrer, Genís Clua, Pedro Demiddi y Sergi Mayans (alevín) y Dani Gallego y Aitor Rivera (benjamín).

Hace nueve temporadas que el Barcelona captó a Guillem Jaime (Tarragona, 1999), un lateral de recorrido largo, capaz de dominar las dos áreas. Llegó al club azulgrana procedente del Torreforta, en edad prebenjamín y desde entonces ha hecho carrera en la Masia. Hoy es uno de los fijos en el once de García Pimienta, en el Barça B, en este caso en la posición de carrilero zurdo. Hace dos veranos renovó hasta 2020 y dispone de una cláusula de rescisión de 100 millones en su contrato. Incluso ya sabe lo que significa viajar con los mayores.

El 23 de julio debutó con la primera plantilla en un partido de pretemporada ante el Chelsea, concretamente durante la gira asíatica que realizó el Barça. Jaime llegó a ser citado para un duelo de Copa del Rey ante la Cultural Leonesa, aunque no dispuso de minutos. Estamos hablando de una de las grandes esperanzas de la Masia. Como juvenil campeonó en la Youth League de 2018, la Champions de la categoría.

Por otro lado, el gol define por los cuatro costados a Jaume Jardí (Reus, 2002), un atacante polivalente, capaz de ocupar cualquiera de las posiciones de la delantera. Su capacidad para la definición le distingue, también el mano a mano ante los defensas rivales. Desde 2012 forma parte de la Masia y desde entonces no ha parado de anotar. Se formó en la escuela de La Pastoreta y en el CF Reus.

A los 17 años, Jardí milita en el juvenil A de Barça, dirigido por el cambrilense Franc Artiga. A pesar de asumir el rol de extremo, se ha convertido en el máximo anotador del equipo con 5 dianas, más el gol que marcó este miércoles en la Youth League, ante el Slavia de Praga. Una rosca que se coló por el ángulo del arquero rival. Otra pequeña obra de arte de Jardí.

El reusense dispone de contrato con el Barça hasta 2021 después de la última ampliación en 2018. Se trata de otra de las perlas de una academia que forma talento sin límites.

Mientras, en el juvenil B, que entrena el exfutbolista del Nàstic Óscar López, se cuece otra camada que pueda ofrecer éxitos y buenos fundamentos al club. En ella destacan el reusense Marc Alegre y el jugador de Amposta Arnau Solà.  Alegre ocupa la posición de lateral diestro e ingresó en la Masia durante el curso 2011-12. Futbolísticamente le conocen como «Happy», su apellido en inglés. Mientras, el ampostino Arnau Solà conoce perfectamente lo que significa vivir en la Masia desde su ingreso en el Barça. Le llaman el «multiusos, por su capacidad para ocupar varias posiciones, aunque es mediocampista.

Los técnicos

El cambrilense Franc Artiga se ha convertido en el técnico provincial con mayor currículum hasta el momento en el fútbol formativo del Barcelona. Dirige al juvenil A azulgrana, aunque lleva en la Masia desde 2010. Ha pasado por cadete A y B y por el juvenil B, siempre como primer entrenador. Junto a él entró en la cantera azultrana Andrés Martín, en la actualidad preparador físico del juvenil A junto a Artiga.

Mientras, el reusense Dani Segovia está haciendo carrera en la Masia como técnico del prebenjamín azulgrana. Lleva cinco años en la Masia después de que Marc Serra, con la autorización de Aureli Altimira y Jordi Roura, le fichara procedente del infantil A de División de Honor del CF Reus.

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