La Segunda División amenaza al Nàstic

Fútbol. Los mejores jugadores de 2ªB quieren esperar la llamada del fútbol profesional

23 junio 2019 17:01 | Actualizado a 24 junio 2019 17:36
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El Nàstic tiene cerrados varios futbolistas. Entre unos cinco o seis, cuyos nombres aún no se han desvelado (o no todos), han acordado incorporarse al cuadro grana pero... todavía no. El descenso de categoría implica jugar en otra liga también a la hora de los fichajes. Ahora el Nàstic es segundo plato. Le toca esperar a los movimientos de los 42 equipos de LaLiga. Esa élite cuya plaza perdió el curso pasado.

El club es consciente del entorno en el que se tiene que mover. Como conjunto de Segunda B su principal mercado es el de la categoría de bronce. Como explicó Sergi Parés en su detallada presentación como nuevo director deportivo del Gimnàstic los objetivos para reforzar la plantilla -casi empezarla  desde cero- son «los mejores jugadores de Segunda B». Futbolistas que han liderado a sus respectivos equipos de bronce, ya sea en defensa, medio del campo o delantera, hasta posiciones aventajadas de la tabla. Precisamente ese buen hacer también despierta el interés de Segunda División. Al menos, los equipos que como le sucedía al club tarraconense hasta hace bien poco, no pueden competir por los mejores de plata ante Sporting, Málaga, Oviedo, Zaragoza o los tres recien descendidos de Primera División. En su perspectiva de pelear por la permanencia o bien esperan las ‘sobras’ de los nobles de la categoría o se lanzan voraces hacia los mejores de una división inferior.

Los futbolistas lo saben y antes de aceptar una buena oferta de Segunda B prefieren aguardar unas semanas por si suena la campana de Segunda División. Tampoco pueden esperar eternamente. Para asegurarse el plan se atreven a precontratos con fecha de activación. Es el caso de varios jugadores que han dicho que sí al Nàstic. Un sí a expensas de que ningún Segunda llame a su puerta antes de la fecha límite que se sitúa en la mayoría de los casos a mediados del mes de julio.

Donde el club grana no tiene rivales es en los fichajes de jugadores experimentados en la categoría que no aspiran a dar el paso firmando por un Segunda sino que se plantean el camino a través del ascenso en el campo. En la mayoría de veces subir con un equipo garantiza más estabilidad en la división superior. No hay proyectos más seguros que los recién ascendidos. De hecho, la mayoría de equipos que conseguen subir de categoría mantienen buena parte de la plantilla. Una decisión fundamentada en la dinámica del grupo, el conocimiento de los futbolistas y el rendimiento que han ofrecido a manos de un entrenador.

En este sentido, el Gimnàstic cuenta con la ayuda al descenso de LaLiga, una cantidad que hará que pueda asumir mayores salarios que sus rivales.

El mercado de Segunda B tiene un amplio abanico de futbolistas con proyección y capacidad de crecimiento. Un claro ejemplo de ello es Enric Gallego. El delantero catalán, con 32 años, pasó de jugar en el Cornellà a debutar en Primera con el Huesca en tan solo doce meses.

Sergi Parés, Xavi Bartolo y el resto de su equipo (aún sin descirar del todo) tienen estudiado ese mercado y todo lo que puede ofrecer para que el proyecto no embarranque en el primer año. En ese equilibrio entre resultados y proceso de desplegar un nuevo modelo de club deben encontrar las piezas acordes a su plan. Tienen claro las necesidades y el estilo que Bartolo impondrá desde el banquillo. La configuración de la plantilla va adelantada. En los próximos días se dará buena cuenta de ello con renovaciones y primeros movimientos en cuanto a fichajes, pero para empezar a conocer los conductores del nuevo Nàstic habrá que esperar un par de semanas más. Como mínimo. Tienen la perspectiva de construir una plantilla corta, pero de indudable calidad. 

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