La tarde en la que Tejera no dejó de creer

El curso pasado, el grana empató con un doblete un encuentro que el Nàstic tenía perdido frente al Oviedo, rival de mañana

10 noviembre 2017 17:32 | Actualizado a 13 noviembre 2017 18:39
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Sergio Tejera regresará a la dinámica grana este domingo frente al Oviedo tras recuperarse de su lesión muscular en el semitendinoso derecho. No será un rival desconocido para él. Probablemente, el barcelonés completó su actuación de mayor renombre frente a los asturianos. 

El 13 de mayo de 2017, el Nàstic yacía con la moral rota sobre el césped del Nou Estadi. Nadie vislumbraba un final feliz en aquel encuentro. El Oviedo había mutilado las esperanzas granas con una primera parte extremadamente pragmática. Carlitos y Toché habían golpeado al Nàstic con una dureza alarmante. Al descanso se llegaba con cero a dos en el marcador y con una sensación de impotencia absoluta.

La segunda mitad de aquel encuentro estaba destinada para que un futbolista grabara a fuego su nombre en el desenlace de aquel choque. Sergio Tejera demostró que la fe tumba imposibles. El futbolista barcelonés hizo de la segunda parte una obra digna de museo. Se echó al equipo a la espalda y contagió a sus compañeros de que el milagro era posible. Cuando nadie creía, el creyó. 


Primero, acortó distancias con un zurdazo desde la frontal. Corría el minuto 58 y Gerard Valentín rescató el cuero de la línea fondo y lo situó en el balcón del área. Sergio Tejera empaló de primeras y el esférico superó a Juan Carlos. Aquel zurdazo revivió las opciones del Nàstic de poder rascar un punto.

Los minutos fueron pasando y el temor se apoderaba del Nou Estadi. La segunda parte del equipo merecía algo más que quedarse a la orilla del empate. El Oviedo solo se había podido atrincherar ante semejante exhibición de Tejera y sus compañeros. 

Tejera empataba

En el minuto 81 con el encuentro ya agonizando, Jean Luc acumuló rivales y soltó el cuero en el momento justo para que le cayera a Tejera en la frontal. El barcelonés no titubeó. Se acomodó el cuero a su pierna derecha y golpeó con una convicción extrema. El esférico encontró la escuadra derecha. Juan Carlos quedó petrificado. Solo pudo contemplar como el balón le superaba. 

Tejera había empatado un encuentro que parecía destinado a derramar lágrimas entre los seguidores granas. Un zurdazo y un derechazo le habían bastado para derribar la muralla planteada por el Oviedo. Sin embargo, aquella actuación fue algo más que simple doblete. El barcelonés vivió su gran tarde como futbolista del Nàstic. Aquel encuentro frente al Oviedo siempre tendrá su firma. 

Este domingo, el futbolista barcelonés intentará volver a completar una actuación antológica. A su lado tendrá a Gaztañaga y Maikel Mesa, dos jugadores con los que crece exponencialmente. El primero, le protege las espaldas y le permite centrarse en su versión ofensiva más vertical. El segundo es un futbolista que lee el fútbol con la misma facilidad que el barcelonés. Además, a su lado tendrá a Uche, un delantero que convierte en oro los pases diferenciales de Tejera. 

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