Al Nàstic se le acumulan los problemas con el paso de los días. Parece que no hay semana tranquila.
Esta mañana lo último que faltaba por ver, el equipo no ha podido ejercitarse en condiciones normales por las lluvias. El conjunto de José Antonio Gordillo no ha podido entrenar en el anexo por el estado del césped y tampoco lo ha podido hacer en óptimas condiciones en el Pabellón que se encuentra al lado del Nou Estadi porque este presentaba goteras.
En definitiva, el último entrenamiento de la semana en Tarragona no se ha realizado con normalidad por elementos extradeportivos.
El técnico sevillano ha intentado restar importancia en la rueda de prensa previa al partido ante el Lugo alegando que los entrenamientos del viernes deben servir para aliviar a los futbolistas y no sobrecargarlos. «Por cuidar el campo hemos decidido entrenar en el pabellón aprovechando que el viernes es de bajada. Hemos hecho un poco de core y de baloncesto», explicó el entrenador.
Sin embargo, todo el mundo sabe que la situación es preocupante. No es nada normal que un club profesional tenga que marcharse fuera a entrenar, como hace dos semanas cuando el equipo entrenó en Olot, o no lo pueda hacer en condiciones normales cuando llueve.