Los fichajes del Nàstic se suben al carro del ascenso

Entre paradistas expectantes, clientes sorprendidos y aficionados curiosos el Nàstic hizo la presentación oficial de cuatro de sus seis incorporaciones hasta la fecha en el Mercat Central de Tarragona. Manu García, Pedro del Campo, Pablo Fernández y Edgar Hernández dieron sus primeras impresiones de granas convencidos de su aportación en el colectivo fijado por la entidad: ascender a Segunda División.

Un hito que Manu García, de 30 años, ha logrado en dos ocasiones a lo largo de su carrera. Primero en Extremadura y después con la Ponferradina, equipo del que procede. Esa experiencia es la que espera “aportar dentro y fuera del campo para ayudar al equipo en conseguir los objetivos”. No es la primera vez que el Nàstic se ha interesado en el portero andaluz. En el pasado mercado de invierno fue uno de los candidatos para cubrir la marcha de Wilfred. Pero no se dio. “Es verdad, que ha habido conversaciones en otros mercados anteriores. Y ha sido una de las razones primordiales para venir. Eso y el proyecto ilusionante y  exigente”. Sergi Parés, director deportivo del Nàstic, destacó del meta andaluz su “envergadura” y su capacidad de “superación en momentos difíciles y de presión”.

De ascensos también puede hablar Edgar Hernández. Dos también. Uno con el CF Reus y otro con el Sabadell, su último equipo, donde ha estado tres temporadas. En la Nova Creu Alta no solamente ha logrado objetivos colectivos, también a nivel individual ha dado un salto, pese a que llegó con 31 años. “Siempre se lo digo, en los últimos dos años se ha hecho mejor jugador de lo que era”, aseguraba Sergi Parés en la presentación. Edgar asentía y confirmaba esa sensación. Porque a sus 34 años el de Gavà siente que todavía le queda camino por delante y está plenamente satisfecho de éste recorra Tarragona. “Tenía ofertas pero mi prioridad era el Nàstic. Aunque me coge con una edad avanzada tengo muchas ganas de conseguir los objetivos con el máximo compromiso e ilusión”. Unas metas que pasan “por hacer del Nou Estadi un fortín”.

Uno de los jugadores que más ilusionado se le veía era a Pedro del Campo. En palabras del director deportivo del Nàstic “el mejor jugador del Olot, un jugador que nos dará juego ofensivo y más control de la pelota”. El futbolista de Figueres no podía sino que mostrar “orgullo y satisfacción de estar en este club histórico catalán, acompañando a jugadores que admiro”. No escondió que tenía tantas ganas de firmar por el club grana que presionó al Olot para desencallar la operación puesto que aún tenía un año de contrato con la entidad de la Garrotxa. Pero la puerta que se le abría valía la pena. “Sé que es un reto exigente, pero cuando ese reto sobrepasa de lo que estabas acostumbrado te hace evolucionar y dar tu mejor nivel”, afirmaba el de Figueres. Un futbolista que llega precedido de un enorme cariño que levantó en Olot y que pidió a los aficionados “que nos acompañen cada domingo, porque cuantos más seamos mejor nos lo pasaremos”.

Si Pedro del Campo estaba acostumbrado a un campo más humilde, aunque de césped natural, Pablo Fernández llega de un sitio completamente diferente en cuanto a dimensiones, superficie y estilo de juego. Poco o nada se parecerá su etapa grana a la que ha vivido en Cornellà. Pero, “¿quién no quiere jugar en un campo como el Nou Estadi?”, preguntaba retóricamente el delantero asturiano que se marca como meta individual “que veáis al mejor Pablo”. El año pasado el de Candas anotó 3 goles. Para este año no se marca cifra alguna, pero “cuanto antes llegue el primer gol, mejor”.

Faltaron dos fichajes: Robert Simón y Yannick Buyla que aún siguen en cuarentena por contacto estrecho de Covid-19.