Marc Font: 'En los Juegos Mediterráneos de Almería nos apoyaban por la calle'

El ampostino compitió en la cita de 2005 en la ciudad andaluza en la modalidad de esgrima

02 julio 2018 10:10 | Actualizado a 08 julio 2018 18:38
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Marc Font (Amposta, 8 de abril de 1981) estuvo presente en los Juegos Mediterráneos de Almería, donde tuvo una sensación especial, a pesar de no poder estar en el podio.

¿Fueron unos Juegos especiales al ser en Almería?
Sí, fue emocionante.En aquellos momentos estaba en el CAR de Madrid y muchos de mis amigos, atletas de diferentes deporte, también compitieron. Sentíamos un gran apoyo cuando íbamos por la calle con miembros de la delegación española. También recuerdo que mi madre vino desde Amposta.

¿Porqué no pudo subir al podio si estaba entre los mejores del mundo?
La competición se reorganiza tras una ronda de poules entre los participantes. Después empiezan las eliminaciones directas con la ordenación que da el resultado de estas poules. En los Juegos Mediterráneos participan los dos mejores países del mundo en esgrima (Italia y Francia) y yo me encontré con un tirador francés en cuartos de final (Lucenay); no lo pude superar.

Los apartamentos fueron un quebradero de cabeza...
Se veía que era la típica construcción ‘Made in Spain’ de aquella época, hecha rápido, de baja calidad y mal acabada por las prisas. Algunas habitaciones olían a pintura y en varias el agua no circulaba bien. Pero para nosotros era igual, era como ir de camping con los compañeros del equipo nacional y estábamos contentos.

¿Recuerda alguna anécdota?
Mi compañero, el sabrista Jorge Pina, ganó la medalla de bronce de una forma más que curiosa. Jorge perdió en cuartos de final ante uno de los italianos y estaba triste; en el bus de vuelta a la Villa decía que esta sería una de las pocas medallas que no podría ganar nunca, ya que pensaba retirarse tras Pequín 2008. Cinco minutos después de decir eso le llamó el delegado de competición pidiendo que saliera del bus, cogiera un taxi y volviera porque tenía medalla. 

¿Cómo fue eso?
Nos miramos y nos reímos. Resulta que al tirador italiano que le había ganado le habían expulsado en semifinales por acciones antideportivas y la medalla se entregó al siguiente de la clasificación que era él. 

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