Tercera jornada consecutiva sin ganar para el Reus. Empate y gracias. Los de Jordi García no pudieron con el Caldes, equipo que llegaba como colista de la OK Liga con solo dos puntos, y que estuvo cerca de conquistar el Templo. Marín apareció en el tramo final para empatar el encuentro con un gol y una asistencia. Un punto que sabe a poco.
El primer golpe llegaba por parte del Caldes con un gol de Lluis Ricart y al conjunto rojinegro le tocaba remar a contracorriente. Pudo reaccionar con celeridad, pero Gerard Camps detuvo el penalti a Raul Marín en el mismo minuto de encuentro.
El gol del empate no se iba a hacer esperar demasiado tras el aviso de Raul Marín. Joan Salvat iba a aparecer en el minuto 9 para apagar las alarmas, al menos de manera momentánea. El Caldes no acusó el gol y se mantuvo frío. Actuó con oficio y supo frenar cualquier tipo de reacción infernal de los rojinegros. Cuando el descanso ya se comenzaba a vislumbrar volvió a sacar el colmillo. Alexandre Acsensi aparecía para adelantar a los visitantes tras una buena jugada personal. 1-2 al descanso y con el Templo algo irritado ante la inercia de los suyos.
Todavía se ponía el ambiente más caliente y repleto de incertidumbre cuando el Caldes volvía a golpear a las primeras de cambio en la segunda mitad. Un disparo de Roger Acsensi desde larga distancia sorprendía a todos y colocaba el 1-3 en el marcador. Tocaba remar y de lo lindo.
Si se trata de aparecer en momentos delicados allí está siempre Raul Marín para ello. El 1-3 duró poco en el marcador porque el delantero rojinegro recogió el rechace de su penalti y logró batir a Gerard Camps con un bonito juego de bola con su stick.
Otra vez el Caldes volvía a ser certero cuando el Reus ya soñaba con la épica. También de penalti, Cristian Rodríguez anotaba el cuarto y volvía a doblar la ventaja para los suyos (2-4).
De nuevo emergió Marín para meter al Reus en la pomada en el tramo final con una falta directa que ejecutó con esa frialdad y talento que le caracteriza. Lo mejor estaba por llegar, puesto que también asistió en el cuarto a Salvat. El Reus salvó un empate agridulce.