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El Reus afrontaba un fin de semana clave para su futuro. La venta del club parecía cerca, debido al interés de un grupo inversor extranjero que parecía dispuesto a hacerse cargo de la entidad. Oliver ya había mantenido varias reuniones previas a la de este fin de semana y tenía, según ha podido saber el Diari, la negociación avanzada. Ésta, a día de hoy, parece rota. Las dos partes se han reunido este fin de semana para cerrar el trato, pero éste no ha fructificado, por lo menos, de momento. La discreción con la que el máximo accionista lleva sus negociaciones impiden saber el porqué de esta falta de entendimiento.
No se trata de la primera vez que le ocurre a Oliver una situación similar. Ya pasó durante el final del mercado veraniego, cuando mantuvo y estuvo cerca de alcanzar un trato con el entorno de Mendes para la venta de un paquete de acciones del Reus para llevar a cabo la ampliación de capital. A última hora se rompió el acuerdo.
De este modo, el club sufre de momento el desconcierto de no saber qué futuro le espera y los resultados del equipo, que acumula seis jornadas sin ganar y se encuentra en zona de descenso, hacen que las urgencias aumenten en cuanto a esta resolución institucional que el CF Reus necesita.
Laporta, en la negociación
Oliver no está solo en esta negociación. Su grupo, que componen el expresidente del Barcelona Joan Laporta y el exdirigente azulgrana Rafa Yuste, también forman parte del entramado, en el que existe otro factor que puede ser determinante; China. El Reus dispone de accionariado sobre el equipo universitario BIT y la influencia de este factor puede resultar definitivo en las negociaciones con los posibles compradores interesados.
La situación del club es límite porque en diciembre se cumplen los tres meses de incumplimiento de pago a los jugadores. La ley les permite denunciar y quedar libres cuando dejan de recibir tres nóminas consecutivas. El 10 de diciembre, jugadores, trabajadores y personal del club cumplirán esos tres meses sin percibir sus tres sueldos.
En las próximas horas, el máximo accionista debe reunirse con la plantilla para dar explicaciones de cómo se encuentran esas negociaciones. De momento, no existe ningún acuerdo cerrado el tiempo corre en contra del club a todos los niveles.
