Plan B de Tarragona'2017 por si fallan los 15 millones del Estado

Los 15 millones de euros que Tarragona’2017 contempla que el Estado aporte en el capítulo de inversiones de los Juegos Mediterráneos representan ahora mismo el principal escollo dentro de la viabilidad del evento, que debe inaugurarse dentro de dos años exactos (30 de junio). El comité organizador reitera que dicha cantidad está acordada desde hace tiempo y que el gobierno de Zapatero ya dio en 2009 garantías financieras cuando la ciudad inició su carrera ‘olímpica’, mientras que el PP, en boca de su portavoz municipal en el Ajuntament, Alejandro Fernández, asegura ahora que no hay nada firmado y cualquier ayuda deberá negociarse.

Esos 15 millones procedentes de Madrid (los otros 30 restantes en inversiones se los reparten Generalitat, Diputació de Tarragona y Ajuntament y ya están firmados y aprobados) deben servir para financiar la construcción del centro acuático que incluye una piscina de 50 metros (7.653.250 euros); del estadio desmontable de atletismo (1.815.000€) en el que se celebrarán también las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Mediterráneos; y para reformar la actual pista de atletismo (2.904.000€) de Campclar (estas tres instalaciones se hallan en el anillo mediterráneo ubicado en el barrio de Ponent que se convertirá en el centro neurálgico del 2017). También gracias a la partida del Estado debía llevarse a cabo la rehabilitación del Nou Estadi de Tarragona (2.420.000 €) que acogerá las finales de fútbol.

Aunque espera que se solucione el tema el comité organizador ha empezado a diseñar un plan B en paralelo, según ha podido saber el Diari, por si la aportación estatal no acabase llegando o se demorase demasiado (los largos trámites para la licitación y puesta en marcha de los proyectos no ayudan en ese sentido). En ningún caso se contemplaría la renuncia a los Juegos, que sin embargo sí sufrirían recortes.

Las alternativas al complejo acuático, por ejemplo, pasarían por realizar la natación en una piscina desmontable en el propio anillo mediterráneo (opción mucho más económica, ya que el coste giraría alrededor del millón de euros); o en última instancia buscar algún espacio alternativo a la ciudad que el comité quiere evitar. Una opción sería el complejo de las Picornell de Barcelona que ya albergó los Juegos Olímpicos de 1992 (el Club de Polo de la Ciudad Condal será la sede de la hípica en 2017).

Más recortes

Tarragona’2017 también podría renunciar al estadio efímero para el atletismo celebrando las pruebas en la actual pista de Campclar, que perdería capacidad con respecto al primero y quizás no podría ser reformada tan a fondo como se pretende. De no llegar esos 15 millones del Estado tampoco sería posible rehabilitar el Nou Estadi.

En todo caso el comité organizador no da ni mucho menos su brazo a torcer y va a insistir por activa y por pasiva para tratar de desbloquear la aportación del Estado. La incertidumbre sobre este tema, mientras tanto, alimenta a buena parte de los partidos políticos en la oposición municipal a pedir la renuncia de los Juegos.