¿Qué es mejor para el Nàstic: rivales catalanes o valencianos?

La confección de los grupos y subgrupos por parte de la Federación Española de Fútbol no fueron del agrado del Nàstic. El equipo de Toni Seligrat quedó encuadrado en el subgrupo A del grupo 3, con el resto de equipos catalanes más el FC Andorra, adscrito a la Federación Catalana (FCF). En palabras del director general de la entidad tarraconense, Lluís Fàbregas, «estamos decepcionados». Contaba el directivo que la idea que habían transmitido a la FCF era que los 10 catalanes se mezclaran, cinco y cinco, con los conjuntos de la Comunitat Valenciana. Una medida que quedó descartada por el organismo estatal por una cuestión de proximidad. «Nos ha quedado uno de los subgrupos más fuertes», lamentaba Fàbregas.

¿Es el grupo más fuerte? El debate lleva años sobre la mesa. Esta temporada, aún es más complicado puesto se han multiplicado pasando de los cuatro habituales a los diez subgrupos actuales. Discusiones en la que todas las partes encuentran argumentos. Así, para defender la visión tarraconense, basta decir que los cuatro finalistas en el pasado play-off de ascenso a Segunda B (Sabadell, Cornellà, Castellón y FC Barcelona B). Por contra, esta temporada, no habrá ningún equipo recién descendido de Segunda en el subgrupo. Y eso hace que ninguno de los conjuntos tenga la enorme ventaja de jugar con el factor «ayuda económica por descenso». En este sentido, el subgrupo A del grupo 1 cuenta con Deportivo de la Coruña, el gran ‘coco’ de este año; Pontevedra con una plantilla que contará con los exPrimera Charles Dias y Xisco Campos, digna para pelear por el ascenso; y los históricos Racing Ferrol y SD Compostela.

Volviendo al Nàstic. Si se analiza los resultados de la pasada temporada ante equipos catalanes y valencianos la diferencia apenas es reseñable. El conjunto grana sumó una media de 0,87 puntos contra los conjunto del Principat, mientras que ante los vecinos de la Comunitat Valenciana la media fue 0,9.

La comparación arroja pocos datos relevantes como para afirmar que estar en un subgrupo u otro sea determinante. Así, solo sumó dos victorias tanto sus duelos contra los cinco representantes valencianos, como en los choques ante los diez catalanes. En el caso de empates fueron tres y siete, respectivamente; y en derrotas cinco ante valencianos y seis contra catalanes.

Si desgranamos los duelos por locales y visitantes evidencia un peor balance contra los valencianos. El Nàstic no consiguió ganar a domicilio contra ninguno de los conjuntos de la comunidad vecina. La pandemia del Covid-19 impidió visitar los campos del Villarreal B y Hércules, pero de todas las presencias en terrenos de juego valencianos (Castellón, La Nucía, Atlético Levante y Valencia Mestalla) solamente se sacó un punto del Estadio Antonio Puchades de la Ciutat Esportiva del Valencia y de Orihuela. En cambio, si sumó tres puntos en El Prat (1-3), así como uno ante Llagostera, Barça B, Cornellà en los dos duelos, Lleida, Espanyol B y Andorra. En el Nou Estadi el Nàstic encajó el curso pasado tantas derrotas de manos catalanas como valencianas: Llagostera (1-3) y Andorra (0-2), por un lado y Villarreal B (0-1) y Hércules (0-2), por el otro.

Si la petición de mezclar equipos ya era descabellada por la situación sanitaria tan delicada y con la complejidad organizativa de la pandemia del Covid-19, los números no colaboran a defender que esa partición fuera beneficiosa para el Nàstic.