Roger Molina e Yvan Castillo: 'Conexión gemela' en Reus

Se definen como 'evitadores de peligro'. Aman la figura del portero proactivo. Han hecho del mundo del arco un estilo de vida. Son Roger Molina e Yvan Castillo. Hockey y fútbol, unidos

19 mayo 2017 22:32 | Actualizado a 22 mayo 2017 18:00
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Temas:

 

 A Roger la queda cuerda como arquero en activo. Luce brazalete en el Reus de hockey y siente devoción por la formación de futuros talentos. Por eso, su conexión con Castillo resulta tan emocionante. En realidad, los protagonistas han hecho de la portería su mundo. Un modus vivendi. El ‘Diari’ los juntó ayer para intentar plasmar una pasión que no conoce límites. Hasta el punto que prácticamente renuncian a sus vacaciones veraniegas para aportar conocimiento en distintos proyectos.
Desde aquel primer café que se convirtió en casi cena en pleno invierno, Roger e Yvan no han perdido el hilo. Les presentó Ferran Pujol, gerente del CF Reus y también amante del hockey patines. Se ha hecho habitual el intercambio de visitas entre los dos. Castillo suele ocupar puesto en la grada del Palau d’Esports las noches de partido. Molina estudia al detalle las sesiones de trabajo del CF Reus.
Estos entusiastas profesores aman la figura del portero proactivo. El que sabe adivinar situaciones para evitar riesgos. El que es capaz de analizar e interpretar el juego y no sólo se limita a cumplir bajo el arco. Ven al meta como un miembro más del trabajo colectivo, no como una especie rara, aislada de lo que ocurre en la cancha. «Pocas veces se valora cómo un portero ha sido capaz de anticiparse a un pase, en cambio sí llama la atención cuando para un uno contra uno. Al final somos evitadores de peligro. Si consigues adivinar una acción te ahorras el problema» inciden. Molina va más allá. «El portero que más riesgo corre es el proactivo y no el reactivo, aunque la gente suele valorar más al reactivo, porque su parada se ve más».
El técnico y el arquero del Reus viven ese trabajo como casi un comportamiento vital. «Es un estilo de vida. Por ejemplo, cuando vas con el coche y llegas a una rotonda lo que haces es interpretar la maniobra del otro conductor y anticiparte» recalca Yvan.
El concepto del arquero como atacante y defensor. Como apoyo constante. Como activo del juego. «Cuando más disfruto parando es cuando el equipo defiende arriba y corre riesgos. Así puedo anticiparme, adivinar situaciones, cortar últimos pases», confirma Molina. El capitán del hockey reusense da pistas sobre algunas diferencias entre los dos deportes. «Yo puedo equivocarme en una anticipación pero solucionarlo, porque los espacios son más reducidos. En cambio, en hockey, los porteros no tenemos incidencia en la táctica colectiva, no nos hacen mucho caso».
El análisis de los rivales, el trabajo de despacho previo, se ha erigido como herramienta fundamental en los nuevos tiempos. Un punto en común que Yvan y Roger han encontrado. «Si haces esa labor previa resulta más fácil poder anticiparte», asegura Castillo. 
Mientras en el deporte rey la figura del entrenador de porteros ya se ha consolidado, en hockey no existe. Molina lo envidia porque sueña con imitar a su conexión gemela.
El tiempo vuela en la cafetería del Estadi. No perdona a dos almas encontradas como Yvan Castillo y Roger Molina. Provienen de mundos tan distintos que verles charlar con ese entusiasmo impresiona. Yvan imparte magisterio como técnico de porteros del CF Reus. El club lo ve como casi patrimonio de la humanidad. Trabaja codo a codo con Edgar Badia y Rubén Pérez en la primera plantilla. Por las tardes, lejos de refugiarse en el confort de un sofá, ejerce con los niños y niñas del fútbol base.

A Roger la queda cuerda como arquero en activo. Luce brazalete en el Reus de hockey y siente devoción por la formación de futuros talentos. Por eso, su conexión con Castillo resulta tan emocionante. En realidad, los protagonistas han hecho de la portería su mundo. Un modus vivendi. El ‘Diari’ los juntó para intentar plasmar una pasión que no conoce límites. Hasta el punto que prácticamente renuncian a sus vacaciones veraniegas para aportar conocimiento en distintos proyectos.

Desde aquel primer café que se convirtió en casi cena en pleno invierno, Roger e Yvan no han perdido el hilo. Les presentó Ferran Pujol, gerente del CF Reus y también amante del hockey patines. Se ha hecho habitual el intercambio de visitas entre los dos. Castillo suele ocupar puesto en la grada del Palau d’Esports las noches de partido. Molina estudia al detalle las sesiones de trabajo del CF Reus.

Estos entusiastas profesores aman la figura del portero proactivo. El que sabe adivinar situaciones para evitar riesgos. El que es capaz de analizar e interpretar el juego y no sólo se limita a cumplir bajo el arco. Ven al meta como un miembro más del trabajo colectivo, no como una especie rara, aislada de lo que ocurre en la cancha. «Pocas veces se valora cómo un portero ha sido capaz de anticiparse a un pase, en cambio sí llama la atención cuando para un uno contra uno. Al final somos evitadores de peligro. Si consigues adivinar una acción te ahorras el problema» inciden. Molina va más allá. «El portero que más riesgo corre es el proactivo y no el reactivo, aunque la gente suele valorar más al reactivo, porque su parada se ve más».

El técnico y el arquero del Reus viven ese trabajo como casi un comportamiento vital. «Es un estilo de vida. Por ejemplo, cuando vas con el coche y llegas a una rotonda lo que haces es interpretar la maniobra del otro conductor y anticiparte» recalca Yvan.

El concepto del arquero como atacante y defensor. Como apoyo constante. Como activo del juego. «Cuando más disfruto parando es cuando el equipo defiende arriba y corre riesgos. Así puedo anticiparme, adivinar situaciones, cortar últimos pases», confirma Molina. El capitán del hockey reusense da pistas sobre algunas diferencias entre los dos deportes. «Yo puedo equivocarme en una anticipación pero solucionarlo, porque los espacios son más reducidos. En cambio, en hockey, los porteros no tenemos incidencia en la táctica colectiva, no nos hacen mucho caso».

El análisis de los rivales, el trabajo de despacho previo, se ha erigido como herramienta fundamental en los nuevos tiempos. Un punto en común que Yvan y Roger han encontrado. «Si haces esa labor previa resulta más fácil poder anticiparte», asegura Castillo. 

Mientras en el deporte rey la figura del entrenador de porteros ya se ha consolidado, en hockey no existe. Molina lo envidia porque sueña con imitar a su conexión gemela.

 

Comentarios
Multimedia Diari