Tito e Íñiguez, prueba superada

Ambos pasaron con nota la difícil tarea de hacer olvidar a Olmo y Atienza en el centro de la zaga frente al Oviedo

02 febrero 2018 17:49 | Actualizado a 02 febrero 2018 17:59
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Es difícil concebir un Reus sin Jesús Olmo y el ‘Pichu’ Atienza en la zaga. Ambos forman un binomio sólido en fase defensiva y pulido a la hora de sacar el balón jugado desde atrás en fase ofensiva. Su peso en el esquema y la filosofía de juego rojinegra es evidente. Se lo han ganado a pulso. De hecho, no exageramos si le situamos como una de las parejas de centrales más importantes de la categoría.

El destino quiso ponerle una dura piedra en el camino al Reus esta pasada jornada. Ni Olmo ni Atienza iban a poder estar en los planes de Garai. Ambos habían visto la quinta amarilla en el derbi frente al Nàstic, por lo que eran baja por acumulación de tarjetas.

Sin duda era una situación extraña para el equipo. Que uno de los dos no jugara si que era algo que se había dado en alguna ocasión esta temporada, sobre todo en el tramo inicial cuando Atienza estuvo lesionado. Sin embargo, costaba recordar cuando fue la última vez que el Reus compareció sin uno de sus dos centrales titulares en su esquema inicial.

El Reus no había jugado nunca en Segunda sin Olmo ni Atienza

La realidad es que es imposible recordar algo así. El Reus nunca había jugado en Segunda sin ninguno de los dos en el once inicial. Cuando Atienza ha faltado, Olmo siempre ha estado presente y a la inversa. Un dato revelador que refleja la importancia de ambos en el camino del conjunto rojinegro en el fútbol profesional.

Con este contexto saltaron al terreno de juego Tito e Íñiguez. Ellos fueron los dos futbolistas elegidos para formar en el centro de la zaga la pasada jornada. Era la decisión más lógica y menos arriesgada. Pablo Íñiguez es el tercer central de la plantilla y siempre que ha jugado no ha desentonado. Por su parte, Tito es un mediocentro defensivo pero ya se le fichó sabiendo que en caso de urgencia podría jugar como central. Por eso mismo no se acometió la llegada de un cuarto zaguero.

Vuelta a la fiabilidad

La realidad es que ambos pasaron con nota un exigente examen. Se mostraron fiables. No concedieron. Era normal que el Oviedo generara ante el arsenal ofensivo del que dispone, pero solo logró encontrar grietas a cuentagotas. No resulta extraño que el Reus acabase el partido sin encajar.

Este dato no solo habla bien de Tito e Íñiguez. También lo hace del resto del equipo. El Reus reafirmó que su nivel defensivo es responsabilidad de todos. Desde Máyor hasta Badía. Garai no da oportunidades ni minutos si el jugador no trabaja en fase defensiva. Los jugadores poco solidarios no tienen hueco en este Reus. Es innegable.

Tras dos partidos sin hacerlo, el Reus volvió a dejar su puerta a cero. Ese es el camino para seguir sumando. El conjunto rojinegro no puede pretender sumar puntos sino mantiene ese excelso nivel defensivo que le caracteriza. Al menos, mientras no mejore su eficacia goleadora.

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