Un Prat renovado por la Tercera

Si la semana pasada el Nàstic se medía a un proyecto continuista como el del Olot, esta jornada será totalmente distinta y los granas visitan a un renovadísimo Prat que solo mantiene a cinco jugadores de la plantilla respecto a la temporada pasada (Ricarte, Héctor Rodríguez, Puigoriol, Guzmán y Padilla). Una entidad humilde y que este verano tuvo que ponerse las pilas para renovar un plantel casi al completo.

Para ello apostó por jugadores emergentes de la Tercera División en la mayoría de los casos y lo cierto es que de momento la jugada no le ha salido mal porque el equipo compite desde el día uno con una entereza sorprendente. Entre ellos hay varios ex de la Pobla como son el ‘Chino’ Montero, Roger Figueras y Diego Garzón. Los dos primeros han sido piezas claves del filial grana en las últimas temporadas, mientras que el tercero estuvo seis meses en el conjunto poblense hace dos temporadas a las órdenes de Alberto Gallego.

Pedro Dólera ha dado con la clave desde el comienzo y el Prat es un equipo fiable que siempre da la cara y que acumula cuatro puntos en las primeras tres jornadas. En su debut este curso cayó en su visita al Espanyol B por 2-1,. En la segunda fecha derrotó al Cornellà en el Municipal de Sagnier por 1-0 y la pasada jornada empató sin goles frente al Barça B en el Johan Cruyff.

El Prat es un equipo que juega con un 4-3-3 y que apuesta por tener el balón pero no de manera extrema. Es decir, intenta salir jugando desde atrás, pero si el rival le aprieta no duda en buscar el golpe en largo para no asumir riesgos innecesarios. En todo caso, su predisposición es la de tener el cuero en campo contrario para terminar llevando el balón a los costados y desde ahí buscar el centro lateral. Así crea peligro y así llegó el gol de la victoria frente al Cornellà en una jugada personal de Carracedo que terminó con un centro de rabona que el ‘Chino’ Montero.

Equipo que defiende bien

A nivel defensivo, el Prat es un equipo agresivo sin balón, pero que no teme en defender replegado cuando el rival le quita el balón. Ante el Barça B sobrevivió así y frente al Cornellà hubo fases del encuentro en los que también supo gestionar la igualdad mediante un bloque bajo en el que apenas concedió grietas.

El partido que se vislumbra en el Municipal de Sagnier no da lugar a muchas sorpresas. Es un campo de césped artificial y de dimensiones limitadas por lo que no es un buen lugar para encontrar grandes espacios.

El Prat intentará tener el balón, al igual que el Nàstic, por lo que ambos equipos apostarán por una presión alta que provocará que la verticalidad se apodere del choque. Como suele ocurrir en estos casos, el equipo vencedor será aquel que se haga más fuerte en las dos áreas y que consiga dominar las segundas jugadas, una faceta del juego clave en partidos y en campos como el Sagnier.