Un Rayo Vallecano lanzado a por el ascenso

El Rayo de Vallecano es a día de hoy el conjunto más en forma de la categoría. Un conjunto superlativo que se encuentra en el clímax de la temporada, tanto a nivel de resultados como de juego. Acumula nueve partidos sin perder (Cinco victorias y cuatro empates). Sería una temeridad no situarle entre los tres favoritos para alcanzar el ansiado ascenso.

La realidad es que el conjunto bukanero es uno de los más vistosos de la categoría. Su propuesta es atractiva y efectiva. A Míchel no le tiembla el pulso a la hora de apostar por un once muy ofensivo en el que predominan los futbolistas de ataque. En las últimas jornadas, el Rayo ha pasado de jugar con un 4-3-1-2 a hacerlo con un 4-2-3-1 que en ocasiones pasa a ser un 4-2-4. Ha retirado a un interior como Comesaña para introducir a Bebé en el costado izquierdo. Más arsenal todavía para los metros finales.

La propuesta del equipo de Vallecas se vislumbra cada vez con más claridad sobre el tapete. Es un equipo con infinitud de recursos en los metros finales. Lo que no lo resuelve el juego, lo hace el talento individual de sus hombres. No obstante, es un conjunto que apuesta por tener el balón y masticar las jugadas desde atrás. Sin embargo, no tiene problema en acudir al espacio cuando tiene oportunidad para ello.

Además, cuenta con dos laterales muy profundos y dos extremos que dominan el uno contra uno. Por ello, busca cargar su juego por los costados para acabar descargando a las profundidades del área. Allí cuenta con dos matadores como Raúl de Tomas y Óscar Trejo y con las llegadas de segunda de línea de Unai López, el mediocentro que más suele descolgar del doble pivote que conforma junto a Fran Beltrán.

A nivel defensivo es un equipo que asume riesgos. No dispone de futbolistas con gran sacrificio sin balón y eso provoca que tenga que estar muy atento a su espalda. Por ello, suele practicar una presión bastante alta con el objetivo de robar el balón en bloque alto. Además, es un conjunto que suele defender con la pelota. La mueve de lado a lado desquiciando a sus rivales. Aunque hay que resaltar que es un equipo que siempre busca el gol sea cual sea el marcador que reine en el encuentro.

A nivel de nombres propios, hay tres futbolistas que se encuentran en un nivel temible. El primero de ellos es Fran Beltrán. El joven mediocentro del Rayo es cada vez una realidad más rutilante. Su liviano físico engaña, puesto que estamos ante un futbolista que le ha añadido despliegue defensivo a su innata capacidad para asociarse y equilibrar con el balón en sus pies. De hecho, ya está entre los cinco máximos recuperados de la categoría. El Rayo se mueve a su antojo y pese a sus 19 años, es capaz de manejar una medular tan exigente como la de los bukaneros.

Embarba, el malabarista bukanero

Adrián Embarba es probablemente, con permiso de Salvi, el mejor extremo derecho de la categoría. Sus actuaciones suelen ser excelsas. Se trata de un futbolista con tremenda capacidad para desbordar y marcharse en el uno contra uno. Aúna técnica y velocidad lo que le hacen ser incontenible en muchas de sus acciones. Además, se ha vuelto un jugador que también destaca a la hora de generar tangibles. Acumula siete goles y diez asistencias en lo que va de temporada. Marca y genera.

Por último, Raúl de Tomás es el otro futbolista destacado del Rayo. Un delantero que ha terminado de explotar en un ecosistema exigente y que no regala halagos. Más bien lo contrario. El delantero cedido por el Real Madrid está en un estado de forma tremendo. Probablemente, es el futbolista más diferencial en estos momentos de toda la categoría. Cinco de sus quince goles han llegado en las últimas cuatro jornadas. Es un ariete intenso, potente y que suele quemar el cuentakilómetros debido a sus constantes desmarques.

En definitiva, el Rayo Vallecano es un equipo muy ofensivo, que cuenta con un potencial ofensivo descomunal y que se encuentra en su punto álgido de la temporada. El CF Reus tiene un reto de tremenda exigencia. Sin embargo, los rojinegros ya han demostrado que cuando mayor es el reto, más grande es su conquista.