Un tarraconense debuta en el Calcio

“En mi vida todavía no he tenido nunca esa sensación de estar nervioso antes de un partido, al fin y al cabo es sólo fútbol y es lo que más me gusta en mi vida. Sólo podía pensar en divertirme en un partido del máximo nivel”. Cuando uno lee una afirmación así, solo puede pensar que estamos ante un futbolista de una personalidad arrolladora y con una confianza en si mismo imponente.

José Machín, más conocido como Pepín, lo es y siempre lo ha sido. Este pasado fin de semana cumplió el sueño de todo niño. Debutar en la élite del fútbol. Lo hizo con el Parma, club en el que está cedido con opción de compra obligatoria, ante todo un Nápoles.

Pepín ya era un adolescente con una calidad futbolista y personalidad muy superior a la media cuando estudiaba en la Salle Torreforta. Ni el desencanto de tener que abandonar la Masía le quitó la ilusión por triunfar en el fútbol. En el Nàstic volvió a ilusionarse y de allí dio su salto al Málaga para acabar desembarcando en el juvenil de la Roma.

En el club romanista no pudo debutar con el primer equipo y tras varias cesiones a la Serie B (Trapani, Brescia y Pescara)  y una experiencia efímera en el fútbol suizo (Lugano), Pepín desembarcó este pasado mercado invernal en el mítico Parma de la Serie A, la Primera División italiana. El nivel mostrado en el Pescara le había abierto la puerta de la élite del fútbol italiano.

Tras haberse quedado a las puertas de debutar en los primeros partidos en los que había sido convocado con el Parma, la oportunidad le llegó a lo grande. Como reza uno de los tatuajes que tiene en su cuerpo ‘Omnia Advenit’, todo llega. El debut en la Serie A también.

Roberto D’Aversa decidió que este fin de semana era el momento de Pepín. No le tembló el pulso a la hora de apostar por el mediocentro de Torreforta. Lo puso de titular ante el Nápoles, el segundo clasificado de la Serie A que dirige Carlo Ancelotti y cuenta con futbolistas de talla mundial como Insigne, Mertens, Callejón…

Pepín, aquel niño que lucía talento y personalidad en el patio de la Salle de Torreforta y que llamó la atención del Barça en el campo de la Floresta, saltaba al terreno de juego en el once titular. Enfrente un rival de campanillas para comenzar a lucir talento. El internacional por Guinea Ecuatorial intuyó que podría ser titular, pero no lo supo hasta una hora antes del partido. “Cuando preparamos el partido el míster probó la formación con todos los jugadores y quizás ahí imaginé algo pero hasta una hora antes del partido no supe nada seguro”, asegura el mediocentro.

No fue un partido sencillo para los locales. El Nápoles demostró su superioridad desde el comienzo y exhibió una filosofía de juego con balón y punch ofensivo difícil de soportar para el Parma. Pepín disputó 52 minutos y exhibió las virtudes que le han llevado a la Serie A. Trabajo sin balón, inteligencia táctica, llegada y capacidad para la asociación. Además, fue el encargado de lanzar uno de los libres directos de los que dispuso el Parma. El resultado final fue de 0-4.

El partido le permitió comprobar el alto nivel que tienen sus compañeros y los rivales. De hecho, Pepín no duda en considerar a los napolitanos como “el equipo que mejor juega en Italia y de los mejores de Europa tanto colectiva como individualmente”.

No obstante, el de Torreforta no olvidará jamás su debut en la Serie A contra todo un Nápoles y ya tiene claro cual es camino a seguir de aquí a final de temporada. “Mi objetivo a nivel personal es ayudar al equipo a conseguir la permanencia y después acumular el máximo de minutos posibles”,  concluye Machín. El sueño en la élite italiana para el de Torreforta acaba de empezar.