En Tarragona impensable no es imposible. El lema del CBT para el play off de ascenso cobró fuerza anoche en el Serrallo, después de clasificarse para las semifinales por la vía rápida y por la puerta grande. El equipo de Berni Álvarez anuló desde el primer cuarto a todo un Lucentum y acabó llevándose de 16 puntos (68-52) un partido de los que se recordarán por años en la casa azulada. El CBT es el primer equipo de Plata que alcanza las semifinales y ya espera rival para la siguiente ronda.
El Serrallo volvió a ser el de las grandes citas. El pabellón tarraconense se vistió del azul de gala para revivir un partido de play off siete años después y el espectáculo no defraudó a nadie. Liderados por un Orion estelar, que firmó dobles figuras (19 puntos y 11 rebotes), los chicos de Berni empequeñecieron a uno de los equipos con más historia y presupuesto de la categoría a base de constancia y una defensa inquebrantable.
Los cebetistas no se permitieron ni un titubeo en todo el partido. Los primeros compases fueron de equilibrio. Guillén encestaba de tres para los alicantinos y Fernández respondía para los de casa (5-5, 3’). Carlos Martínez anotaba tras cazar un rebote y Ferran Torres emulaba la acción al otro extremo de la cancha. En el siguiente ataque el de L’Hospitalet de l’Infant ponía por delante a los tarraconenses con un 2+1 y el partido entró en barrena (10-9, 5’). El parcial acabó 12-0 con Orion firmando 5 puntos consecutivos (17-9, 8’). Al final del cuarto, el marcador dibujaba un 18-13.
En el regreso a pista, el Alicante cogió una bocanada de aire con una canasta de Kody, el mejor del lado visitante, y un triple de Hernández (18-18). De ahí hasta los últimos minutos, el equipo lucentino lo iba a fallar todo desde la línea de 6,75, con una estadística funesta al final del encuentro de 3/22. Poco duró la alegría en el banco de Miguel Zapata.
Los cebetistas pusieron gasolina al luminoso a base de triples. Fernández, Gallardo y Wilson no fallaban en tres intentos seguidos y llevaban la diferencia por primera vez a los diez puntos con un parcial de 10-1 (29-19, 14’). Kody paraba la sangría visitante desde la línea de libres, pero Orion volvía a firmar un triple a tres minutos del descanso (32-21). El Alicante no hallaba la fórmula para revertir la situación, pero puso tres canastas seguidas y el 36-27 le mantenía vivo al ecuador del choque.
En el tercero llegó su condena. El CBT recuperaba terreno con un gran juego coral, mientras el Lucentum se diluía cada vez más. En ataque, los triples de Orion y Gallardo surtían el tanteo local, mientras atrás no aflojaba un ápice la intensidad azulada, con 8 puntos del Alicante en todo el cuarto. A las puertas del desenlace, el CBT gustaba y mandaba con 52-35.
El dominio local era tal que los jugadores del Lucentum terminaron desquiciados. Veían cómo la temporada se les escapaba de las manos en una eliminatoria que creyeron asequible y en los compases finales dejaron gestos feos fruto de la impotencia.
Pero el CBT no cayó en la trampa y se mantuvo firme a por el triunfo. A tres minutos del final, alcanzaba la mayor diferencia de todo el partido (68-44). Luego, se dejó llevar por el ritmo de la afición hasta la semifinal. Sendos tapones de Mesa y Salvó fueron el broche dorado a una tarde de ensueño. Que nadie despierte todavía. Así, nada es imposible.
En Tarragona impensable no es imposible. El lema del CBT para el play off de ascenso cobró fuerza anoche en el Serrallo, después de clasificarse para las semifinales por la vía rápida y por la puerta grande. El equipo de Berni Álvarez anuló desde el primer cuarto a todo un Lucentum y acabó llevándose de 16 puntos (68-52) un partido de los que se recordarán por años en la casa azulada. El CBT es el primer equipo de Plata que alcanza las semifinales y ya espera rival para la siguiente ronda.
El Serrallo volvió a ser el de las grandes citas. El pabellón tarraconense se vistió del azul de gala para revivir un partido de play off siete años después y el espectáculo no defraudó a nadie. Liderados por un Orion estelar, que firmó dobles figuras (19 puntos y 11 rebotes), los chicos de Berni empequeñecieron a uno de los equipos con más historia y presupuesto de la categoría a base de constancia y una defensa inquebrantable.
Los cebetistas no se permitieron ni un titubeo en todo el partido. Los primeros compases fueron de equilibrio. Guillén encestaba de tres para los alicantinos y Fernández respondía para los de casa (5-5, 3’). Carlos Martínez anotaba tras cazar un rebote y Ferran Torres emulaba la acción al otro extremo de la cancha. En el siguiente ataque el de L’Hospitalet de l’Infant ponía por delante a los tarraconenses con un 2+1 y el partido entró en barrena (10-9, 5’). El parcial acabó 12-0 con Orion firmando 5 puntos consecutivos (17-9, 8’). Al final del cuarto, el marcador dibujaba un 18-13.
En el regreso a pista, el Alicante cogió una bocanada de aire con una canasta de Kody, el mejor del lado visitante, y un triple de Hernández (18-18). De ahí hasta los últimos minutos, el equipo lucentino lo iba a fallar todo desde la línea de 6,75, con una estadística funesta al final del encuentro de 3/22. Poco duró la alegría en el banco de Miguel Zapata.
Los cebetistas pusieron gasolina al luminoso a base de triples. Fernández, Gallardo y Wilson no fallaban en tres intentos seguidos y llevaban la diferencia por primera vez a los diez puntos con un parcial de 10-1 (29-19, 14’). Kody paraba la sangría visitante desde la línea de libres, pero Orion volvía a firmar un triple a tres minutos del descanso (32-21). El Alicante no hallaba la fórmula para revertir la situación, pero puso tres canastas seguidas y el 36-27 le mantenía vivo al ecuador del choque.
En el tercero llegó su condena. El CBT recuperaba terreno con un gran juego coral, mientras el Lucentum se diluía cada vez más. En ataque, los triples de Orion y Gallardo surtían el tanteo local, mientras atrás no aflojaba un ápice la intensidad azulada, con 8 puntos del Alicante en todo el cuarto. A las puertas del desenlace, el CBT gustaba y mandaba con 52-35.
El dominio local era tal que los jugadores del Lucentum terminaron desquiciados. Veían cómo la temporada se les escapaba de las manos en una eliminatoria que creyeron asequible y en los compases finales dejaron gestos feos fruto de la impotencia.
Pero el CBT no cayó en la trampa y se mantuvo firme a por el triunfo. A tres minutos del final, alcanzaba la mayor diferencia de todo el partido (68-44). Luego, se dejó llevar por el ritmo de la afición hasta la semifinal. Sendos tapones de Mesa y Salvó fueron el broche dorado a una tarde de ensueño. Que nadie despierte todavía. Así, nada es imposible.