Becerra: «Quiero recuperar mi mejor versión»

El delantero del Nàstic, uno de los fichajes invernales, confía en poder aportar su talento para conquistar el ascenso

17 febrero 2022 12:20 | Actualizado a 18 febrero 2022 06:49
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A punto de hacer 24 años, Juan Camilo Becerra (Valledupar, Colombia) llega a Tarragona tras seis meses complicados en Ponferrada. Su primera experiencia en Segunda no ha sido cómo esperaba. Pero no defallece. Lleva seis años trabajando para conseguir ese objetivo del fútbol profesional. Un reto que coincid con el del Nàstic. Y aquí está para hacerlo realidad.

¿Ha llegado a Tarragona en el momento perfecto, cuando el equipo no para de ganar?

Sí. Esa era la idea. Cuando supe del interés del Nàstic siempre supe de la calidad de la estructura del club. Es un equipo motivante para un jugador que tiene ganas de hacer las cosas bien y con objetivos personales también ambiciosos. Llegué en un momento de dulce y queremos alargarlo.

¿Supongo que no hay dudas de cuál es el objetivo?

Este no es un club de Primera RFEF. Se ve por la estructura, el estadio, el staff, la hinchada, etc. Es un club que desde que bajó ha invertido energía y dinero en poder lograr el ascenso. Ellos han creido que puedo sumar para lograrlo y yo estoy feliz y con ganas de conseguirlo.
Ante el Algeciras sufrió en sus carnes el problema del Nàstic este año con el gol. Se topó con dos palos.

Cuando se interesaron por mí en el mercado de invierno me comentaron que era un equipo que generaba ocasiones pero no terminaba de concretar. A veces pasa. El fútbol no es matemáticas, gracias a Dios, sino muchos equipos ganarían antes de jugar. Son dinámicas. El equipo está trabajando bien y tiene ganas de mantener la dinámica.

Si alguien entiende de dinámicas y rachas son los delanteros.

Los que meten goles son los mismos que los que fallan. Cuando te pasa hay que mantener la cabeza fría. Es muy fácil irte del partido. Por ejemplo, si en lugar de tener esa ocasión en el minuto 89 la tengo en el 70 y no soy capaz de pasar página, en el 72 tendré otra ocasión y la fallaré otra vez. Hay que tener la capacidad de limpiar la mente tras un error. 

¿Se marca algún objetivo de goles?

Prefiero darle prioridad al colectivo. Mi objetivo es ayudar al equipo para ascender. Para eso estoy. Si mi rol es el de goleador o de primer defensor, ya veremos. Lo importante es el ascenso. Es por lo que estamos aquí.

El año pasado se vio la mejor versión de Becerra en el Espanyol B. ¿Hace falta recuperarla?

Sin duda. En Ponferrada no tuve regularidad. Fueron siete meses en los que aprendí mucho, porque al final, en las situaciones negativas también creces. Quizás hasta más. Apenas tuve minutos y es complicado mantener el ritmo competitivo que llevaba. Espero volver a reencontrarme con el Becerra del año pasado pero más maduro. En una plantilla más consolidada. Una versión mejorada, ya que no es el mismo contexto.

¿Con 23 años, que uno está deseoso de sumar minutos, cómo se gestiona no jugar?

Era mi primera experiencia en el fútbol profesional. Llegué con unas expectativas muy altas y de repente me vi relegado. Sin la más mínima posibilidad de jugar. Me aferré a la idea de que esta es mi profesión. Intenté ser lo más profesional posible. Gestionar las emociones para no restar. Luego el apoyo de la familia y los compañeros.

¿Le hubiera venido mejor venir a Tarragona en verano, cuando tuvo la oportunidad?

Me lo dices ahora mismo y no tengo ninguna duda. Pero en ese momento tenía la ilusión de dar un salto cualitativo en mi carrera. Llegué a España con expectativas muy altas y ver que pasan los años y lo difícil que es llegar a Segunda División... Supone mucho esfuerzo y algo de suerte, aunque no creo mucho. Tienes que contar con regularidad, estadísticas, que no haya lesiones, tu confianza y la del entrenador… Llevaba varios años en Segunda B en los que no conseguía dar ese salto. El año pasado crecí mucho y tuvo un buen rendimiento y se me abrió la posibilidad de ir a Ponferrada y jugar en el fútbol profesional. Era una puerta que no dudé en atravesar.

En pocos días hará 24 años y ya lleva siete equipos. 

La idea es conseguir estabilidad en el Nàstic. Hace un par de años que la busco. No es sencillo estar constantemente cambiando y tener que adaptarte cada poco tiempo a un club, una estructura, ciudad, clima, etc. Me gustaría estar en un club que me permita disfrutar.

¿Cuénteme algo de su ciudad, Valledupar?

Es una ciudad al norte de Colombia en crecimiento. La máxima referencia del Ballenato, estilo musical de allí. Es mi casa. Donde viven mis padres y siempre voy a volver. Mi novia es de allí también. Así que lo tengo claro que regresaremos. Soy muy familiar y a excepción del año de pandemia todos los años voy dos veces. Lo tengo todo a nivel sentimental.

¿Era del balón de pequeño?

Sí. Jugué a fútbol toda mi vida. Soy el menor de los tres hermanos y el mayor nos inició en el fútbol. Me dicen que los dos mayores tenían más talento que yo, pero al final el que he llegado a profesional soy yo (risas). A mí no me faltó de nada y tuve una buena educacion. Mi madre siempre quiso que acabara Bachillerato por el temor de si el fútbol no se daba. El mayor es abogado y el segundo administrador y ella esperaba un poco eso de mí. Por eso crecí sin tener claro que iba a ser futbolista.

¿Cuándo se lo cree?

Con 15 años, estaba en la escuela de mi barrio de Valledupar, y conocí a dos agentes FIFA italianos. Tenían un proyecto en conjunto con el Parma, pero tras desaparecer el club los dueños del Udinese decidieron invertir en él. Entonces me llevaron a Barranquilla, al Udinese FS. Eso me hizo ver que era posible. Hasta entonces jugar en un campo como el Nou Estadi lo veía como algo inalcanzable.

¿No quiero imaginar la reacción de su madre cuando se lo llevan con 15 años?

Pues mira, cuando dijeron que tenía que irme en enero a Barranquilla para ir a la residencia mi madre dijo que no iría hasta junio, cuando acabase el Bachillerato. Y me estuve seis meses haciendo 10-11 horas de bus cada semana. Cogía el viernes y me iba a Barranquilla y el domingo despues del partido de vuelta a casa para seguir estudiando.

 ¿Hay algo que no esperaba de Europa?

Que el nivel fuera tan alto. Que fuera tan complicado llegar. Es muy exigente y requiere mucho esfuerzo. Con los años cada vez valoro y aprecio más lo que han hecho grandes referentes colombianos como Falcao, Cuadrado, Ospina, etc.

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