Dilema en la medular grana

Merino deberá decidir ante el Cádiz si sigue apostando por la figura de Zahibo o bien se decanta por la vuelta de Luismi

19 mayo 2017 15:26 | Actualizado a 23 mayo 2017 10:34
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El fútbol dibuja realidades totalmente utópicas si se echa la vista atrás. Luismi llegó en el mercado invernal y se hizo con el puesto de ancla en la medular grana. No existía debate posible. Sus actuaciones pregonaban que era un futbolista indiscutible en el once de Merino. El técnico tampoco dudaba en destacar la importancia en el esquema del futbolista criado en la cantera del Sevilla.
Sin embargo, una rotura de isquiotibiales que se produjó en la Romareda le apartó de la dinámica grana. Hasta ocho han sido los encuentros en los que se ha quedado fuera de la convocatoria debido a la lesión. El pasado domingo ante el Reus, regresó a la convocatoria pero no pisó el verde. Se esperaba que volviese, pero las circunstancias del encuentro mutilaron esta posibilidad. Wilfried Zahibo tuvo gran responsabilidad en ello. El francés cuajó otro encuentro convincente a los ojos del Nou Estadi.
La aparición de Zahibo
Un futbolista que estaba prácticamente desahuciado en invierno y que creyó en sus posibilidades. Decidió quedarse. Rechazó ofertas. Merino fue sincero con él, a priori no entraba en sus planes. Las lesiones de Luismi, Madinda y Cordero obligaron al gaditano a darle la alternativa a Zahibo. Regresó ante el Valladolid tras el descanso tras 15 jornadas sin vestirse de corto. Esos 45 minutos fueron suficientes para reintegrarse en la dinámica grana.
A partir de ahí, su influencia en el equipo ha crecido a pasos agigantados. De hecho, en los últimos cinco jornadas, ha sido titular en cuatro de ellas, disputando tres encuentros completos y siendo sólo sustituido en el 87’ ante el Mirandés. Tan sólo no jugó ante el Getafe en el Coliseum. Zahibo se ha destapado como un mediocentro posicional capaz de abarcar gran parte de la medular. Eso permite que Tejera pueda descolgarse de manera más incisiva sin necesidad de preocuparse tanto por su espalda. Da la sensación de que el francés ha madurado en su juego en apenas un mes de competición. Ahora parece ser más consciente de sus defectos y virtudes. Disimula los primeros, explota las segundas.
Luismi, por su parte, es un futbolista que ya ha demostrado su gran lectura táctica. Asienta catedra en cada uno de sus movimientos. Además, en el juego aéreo es un consumado especialista tanto a nivel defensivo como ofensivo. Ante esta situación, Merino se encuentra con un auténtico dilema. Es una buena noticia, pues el gaditano siempre ha destacado lo importante que es generar competitividad en la plantilla. Ahora Luismi y Zahibo están totalmente preparados para ocupar la medular grana. El primero, por el rendimiento mostrado antes de la lesión. El segundo, por su actual estado de forma. Incluso Xavi Molina también podría ocupar la medular grana tal y como sucedió en el Coliseum. Merino tendrá que decidir que carta juega en la visita al Carranza. Será un encuentro duro en el que el habrá muchas fases en las que el equipo grana no disponga del balón. 
Otra de las incógnitas será si Merino apostará por la defensa de cinco o repetirá la zaga de dos centrales y dos carrileros utilizada en la segunda mitad ante el Getafe y en el derbi ante el Reus. El Nàstic buscará prolongar su racha como invicto lejos del Nou Estadi, donde suma ya cinco jornadas consecutivas sin perder. La última derrota fue ante el Levante (2-1) en la jornada vigesimocuarta de campeonato. 
El fútbol dibuja realidades totalmente utópicas si se echa la vista atrás. Luismi llegó en el mercado invernal y se hizo con el puesto de ancla en la medular grana. No existía debate posible. Sus actuaciones pregonaban que era un futbolista indiscutible en el once de Merino. El técnico tampoco dudaba en destacar la importancia en el esquema del futbolista criado en la cantera del Sevilla.

Sin embargo, una rotura de isquiotibiales que se produjó en la Romareda le apartó de la dinámica grana. Hasta ocho han sido los encuentros en los que se ha quedado fuera de la convocatoria debido a la lesión. El pasado domingo ante el Reus, regresó a la convocatoria pero no pisó el verde. Se esperaba que volviese, pero las circunstancias del encuentro mutilaron esta posibilidad. Wilfried Zahibo tuvo gran responsabilidad en ello. El francés cuajó otro encuentro convincente a los ojos del Nou Estadi.

La aparición de Zahibo

Un futbolista que estaba prácticamente desahuciado en invierno y que creyó en sus posibilidades. Decidió quedarse. Rechazó ofertas. Merino fue sincero con él, a priori no entraba en sus planes. Las lesiones de Luismi, Madinda y Cordero obligaron al gaditano a darle la alternativa a Zahibo. Regresó ante el Valladolid tras el descanso tras 15 jornadas sin vestirse de corto. Esos 45 minutos fueron suficientes para reintegrarse en la dinámica grana.

A partir de ahí, su influencia en el equipo ha crecido a pasos agigantados. De hecho, en los últimos cinco jornadas, ha sido titular en cuatro de ellas, disputando tres encuentros completos y siendo sólo sustituido en el 87’ ante el Mirandés. Tan sólo no jugó ante el Getafe en el Coliseum. Zahibo se ha destapado como un mediocentro posicional capaz de abarcar gran parte de la medular. Eso permite que Tejera pueda descolgarse de manera más incisiva sin necesidad de preocuparse tanto por su espalda. Da la sensación de que el francés ha madurado en su juego en apenas un mes de competición. Ahora parece ser más consciente de sus defectos y virtudes. Disimula los primeros, explota las segundas.

Luismi, por su parte, es un futbolista que ya ha demostrado su gran lectura táctica. Asienta catedra en cada uno de sus movimientos. Además, en el juego aéreo es un consumado especialista tanto a nivel defensivo como ofensivo. Ante esta situación, Merino se encuentra con un auténtico dilema. Es una buena noticia, pues el gaditano siempre ha destacado lo importante que es generar competitividad en la plantilla. Ahora Luismi y Zahibo están totalmente preparados para ocupar la medular grana. El primero, por el rendimiento mostrado antes de la lesión. El segundo, por su actual estado de forma. Incluso Xavi Molina también podría ocupar la medular grana tal y como sucedió en el Coliseum. Merino tendrá que decidir que carta juega en la visita al Carranza. Será un encuentro duro en el que el habrá muchas fases en las que el equipo grana no disponga del balón. 

Otra de las incógnitas será si Merino apostará por la defensa de cinco o repetirá la zaga de dos centrales y dos carrileros utilizada en la segunda mitad ante el Getafe y en el derbi ante el Reus. El Nàstic buscará prolongar su racha como invicto lejos del Nou Estadi, donde suma ya cinco jornadas consecutivas sin perder. La última derrota fue ante el Levante (2-1) en la jornada vigesimocuarta de campeonato. 

 

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