El Calafell sobrevivió a un partido trampa y sumó una nueva victoria que aumenta su gran estado de forma. El equipo de Ferran López, sin protagonizar un encuentro portentoso, sumó tres puntos importantes en la pista del Arenys y consolida su posición de privilegio en el campeonato doméstico, tras 19 jornadas disputadas.
Como se preveía, los verdiblancos necesitaron de su versión más madura para trabajar un partido cerrado, aunque solvente. Precisó masticar mucho el juego el equipo para alcanzar la ventaja iniciar. Esta no llegó hasta los 20 minutos, después de un acierto de Sergio Miras, encargado de romper el marcador y de agitar el juego.
Poco más ocurrió en un primer tiempo muy parejo, en donde la disciplina táctica y la solidaridad defensivas que mostraron los dos equipos se impuso a cualquier atisbo de ambición ofensiva. En todo caso, los de Ferran López supieron gestionar esa mínima ventaja con cierta autoridad. Sabían que la oportunidad de sentenciar el partido iba a llegar tarde o temprano. A los 35 minutos, una acción de Curro Fernández, la única adquisición del Calafell esta temporada junto al meta Gerard Camps, aumentó la ventaja para los visitantes y eso aportó todavía más tranquilidad al equipo.
El susto
A pesar de ello, el Arenys, arropado por su público, vendió muy cara su derrota. En ningún instante presentó la bandera blanca de la rendición y le puso emoción al partido gracias a una diana de Puigvert, cuando todavía restaban 10 minutos para la conclusión. Dotó de picante a un desenlace cardíaco, aunque ante la presión, el Calafell demostró de nuevo tener muchas tablas.
Fue cuando quedaban 5 minutos para la conclusión cuando apareció Martí Casas, el jugador verdiblanco más determinante de la temporada, para sentenciar el partido. Con su gol para el 1-3 acabó con las esperanzas locales. Los tres puntos viajaron hacia el Baix Penedès.
Con este nuevo éxito en la OK Liga, el Calafell suma ya 42 puntos y se coloca tercero en la clasificación general del campeonato.