Desde que hace seis años Franc Artiga (Cambrils, 1976) ingresó en La Masia, sus equipos han llamado la atención. No por situaciones turbias, todo lo contrario. El buen gusto de su propuesta, el talante conciliador arropado en valores innegociables, siempre han gustado en la planta noble del fútbol formativo del Barcelona, un transatlántico por el que suelen pasar distintos jefes, según el color de la junta directiva que reina.
Franc había cursado su doctorado de crecimiento como estratega en las inferiores de Reus y Nàstic. Luego se animó con vestuarios amateurs en los que había que gestionar egos maduros. Cambrils (2007-09) y Amposta (2009-10) le curtieron. Especialmente, en el club ebrense necesitó lidiar con problemas ajenos al césped. Faltó el dinero y precisó de ingenio para convencer al vestuario. Acabó ese curso con dignidad y una llamada de otro cambrilense ilustre, Albert Puig, le convenció para tomar la pizarra dirección Barcelona en aquel verano de 2010, en el que Sandro Roselll se había impuesto en los comicios.
Puig ejercía de ejecutivo superior en La Masía por aquel entonces y le abrió la puerta de la ‘casa grande’. Artiga siempre fue consciente de que iba a dirigir a niños elegidos a dedo, privilegiados con enormes virtudes a pesar de sus edades prematuras, aunque el oficio de formador no solamente consiste en pulir detalles futbolísticos. «Formamos personas a través del deporte, pero claro estamos en el Barça y tenemos que ganar, siempre dentro de unos valores que nos imponemos. Les educamos a ganar e intentamos formar a futuros deportistas de élite». admite el técnico
Grandes nombres
Bajo el mando del cambrilense han pasado realidades como Kaptoum, ahora en el Barça B y esperanza de futuro del club o Adama Traoré, actualmente en el fútbol inglés. A Franc siempre le han atraído las filosofías relacionadas con el juego combinativo. Quizás por eso ha encajado como anillo al dedo en el Barça. Eso sí mantiene que «si algún día salgo del Barça me adaptaré al equipo que me quiera. Siempre con mis ideas, pero soy consciente de que resulta difícil hacer lo que hacemos aquí en otro lugar».
Franc acaba de levantar la Liga con el cadete A del Barcelona. Se trata del octavo título consecutivo, en una de las categorías más exigentes a nivel catalán. El éxito colectivo también ha impulsado la figura del entrenador, que se ha convertido en el elegido por los especialistas del fútbol base como mejor míster de La Masia. El juvenil B y el cadete B también le han disfrutado. Los jefes le analizan con ojo clínico a diario. Parecen satisfechos. Franc ya ha apalabrado una renovación esperada por todos. «Cuesta mucho salir del Barça», admite en relación a posibles cantos de sirena en forma de propuestas tentadoras.
Nàstic y Reus
Mientras pasa sus días de vacaciones en Cambrils, el míster no escapa de la actualidad provincial, con Nàstic y Reus compartiendo viaje en la Segunda División. «Es un momento muy agradable para el fútbol de casa. Esperemos que los dos cumplan sus objetivos y que poco a poco se animen más con los chavales de la cantera. Aquí se trabaja muy bien con los jóvenes». Su nombre se ha relacionado con el Reus en alguna ocasión, en esas épocas de incertidumbre en el banco rojinegro, aunque su presente le distingue como cum laude de La Masia.