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En pretemporada no hay puntos, pero para los futbolistas hay algo más importante, el puesto. Los entrenamientos ayudan a los entrenadores a comprobar el estado de forma de sus jugadores, pero la “selección natural del once”, como dice Raül Agné, técnico grana, se curte en los partidos. Y en la competencia interna no hay amistosos. Ni que sea un choque de entrenamiento ante el filial. Todos los participantes en el encuentro, por ambos bandos, querían demostrar que quieren el puesto. Queda un mes para el inicio de curso, en el caso de la Primera RFEF, pero no hay tiempo que perder. El 7-1 deja constancia de ese ánimo individual que beneficia al colectivo. El primer once anotó tres, el segundo cuatro.
Fueron los delanteros los que más se dejaron ver. Con los goles siempre lo tienen más fácil para darse visualidad, pero no quita que sea su labor y que destaquen cuando los hacen y cuando no. Marcaron Pedro Martín (2), Pablo y Edgar, que acabó lesionado, además de Pol Ballesteros, Pol Prats y Trilles.
Pedro Martín no tiene intención de irse de Tarragona. Ni India, ni Castellón, ni la China mandarina. El malagueño está donde quiere. En un Nou Estadi donde es feliz. Tercer capitán del Nàstic y con unas perspectivas claras de convertirse en el referente goleador por el que se pagó una buena morterada. Este Pedro sí que se parece al de los 16 goles de Lleida. Este Pedro se merece una renovación.
Pedro Martin coincidió con Raül Agné en Tenerife. Allí supo qué pretendía el técnico con los atacantes. Ahora, en Tarragona, parte con ventaja. Pero también hay que sacarle rédito. El malagueño lo está haciendo. Cumplió con los deberes asignados desde el banquillo y obtuvo el premio del gol. Por partida doble. El primero a lo Juan Palomo. Provocó el penalti y lo transformó. El segundo rematando, a la segunda, un centro raso de Pol Prats. El propio Prats anotó el 6-1. El de Paüls estuvo activo y productivo. También rozó su doblete tras un ‘caño’ en el interior del área chica. Lo estropeó con un golpeo a las nubes.
Además, el atacante andaluz fue el responsable, con su movilidad tanto en fase defensiva como ofensiva, de que la segunda parte le resultara más incómoda a la Pobla. Apenas podía superar el medio del campo ante la desesperación de Baines que pese a la diferencia abismal entre equipos pedía más a sus chicos. No pudieron superar la presión más que en una ocasión. Buena ocasión. Guzmán se hizo el hueco en el área para soltar un tiro con mala baba. Le buscó las cosquillas a Manu García con un tiro al palo largo. Pero el arquero hizo buen uso de su envergadura para mandarla a saque de esquina.
Robert Simón debutó con el Nàstic tras el confinamiento por Covid-19 en una posición que no es la suya. El de extremo Badalona jugó de lateral diestro, una posición con propiedad de su amigo Carlos Albarrán. No lo hizo nada mal. Especialmente en labores ofensivas. Las que le corresponden. Sumó una asistencia –a Edgar en el 3-1- en una carrera hasta línea de fondo con centro preciso al segundo palo.
También Pol Ballesteros se reivindicó con un gol. Si en el Estadi Johan Cruyff el de Vilassar anduvo errático, contra la Pobla cumplió con el oficio. Interpretó el juego que reclama Agné con extremos por dentro y marcó el 2-1 en un ejercicio de colocación dentro del área.
No es el que más lo necesita pero Fullana fue de los más protagonistas del primer tiempo. Tiene pinta de que el balear será una pieza fundamental en el esquema de Raül Agné. El jugador encargado de dirigir la orquesta grana. De actuar de canalizador. Su visión y calidad de pase, sobre todo filtrado en los últimos metros, le otorga suficientes papeletas para actuar de timón del equipo. En la segunda mitad Raül Agné reservó esa función para Pedro del Campo, que siguió ofreciendo la gran imagen que dejó ante el FC Barcelona. Uno de esos jugadores que pudieron (y quizás debió) venir antes. Tiene capacidad técnica y táctica de sobra para ocupar esa posición
También debutó Yannick Buyla y con demasiadas ganas. Quería protagonismo y lo fue a buscar. Aunque fuera obligando a Pedro del Campo a un intercambio forzado de posiciones. Un grito de Aythami Artiles bastó para que volvieran a sus demarcaciones originales. De hecho, un grito del canario puede ser suficiente para ordenar hasta la grada del Nou Estadi. Su liderazgo no admite dudas.
El centrocampista cedido por el Zaragoza tiene muchas condiciones y tendrá opciones de recalar en el once. Pero al ritmo adecuado. Sin precipitarse. Todo lleva su tiempo y apenas lleva unos días con el equipo tras superar el Covid-19. Cuando se centró casi logró el tan deseado gol.
Pablo Fernández quiso reclamar su protagonismo. Y marcó el 7-1 de ‘killer’. De clásico ‘9’ cazando un balón suelto. Si alguien se cree que tendrá una titularidad fácil anda listo.
La Pobla se adelantó en el marcador fruto de una gran labor en la presión. Uno de los principios que el nuevo entrenador Adolfo Baines quiere imponer en el filial grana. Pase duro de Gonzi, mal control de Ribelles y De las Heras que anotaba el 0-1 en el primer minuto de juego. Un espejismo. Porque tras eso el Nàstic apuró sus pases, pisó el acelerador y superó con contundencia a la Pobla. Se notó el tiempo de entrenamiento de unos y de otros.
Empató Trilles en una jugada de estrategia que botó Fullana. La ABP (acción a balón parado) funcionando desde buen principio. Será crucial. El 2-1 lo puso Ballesteros y Edgar Hernández hizo el 3-1 en un remate en el segundo palo a la media hora de juego. Poco después el delantero se retiraría del campo tocado.
El segundo tiempo carrusel de cambios en los dos equipos. Dos onces completamente distintos. Solo Pablo Fernández se mantuvo porque tuvo que relevar a Edgar. Pedro lideró el ataque con dos goles y lo completaron Pol Prats y Pablo Fernández.
