El talento resiste

El Palau d’Esports de Reus va a ser testigo esta noche a partir de las 21.00 horas de un enfrentamiento de consecuencias inminentes. Reus Deportiu y Calafell se miden en la penúltima jornada de la OK Liga. La fase regular está cerca de su fin y los dos equipos de la provincia andan peleando de manera incesante por la cuarta plaza. De momento la ocupa el conjunto rojinegro con 44 puntos, aunque los calafellenses lo tienen a tiro con 42 puntos. La cuarta plaza no resulta tema baladí, puesto que el título este año se va a decidir mediante un play off por el título tras recuperar este formato. El que quede cuarto tendrá el factor cancha en la primera eliminatoria asegurado y eso es siempre una ventaja a tener muy en cuenta. El Templo rojinegro y el Joan Ortoll son dos de esos escenarios que insuflan y consumen energía en función del contexto.

Hay dos jugadores que representan con firmeza los valores del Reus Deportiu y el Calafell. Dos estrellas de la quinta del 1986 que han cruzado miradas en la pista durante años y años. Ahora lo hacen liderando con sus goles a los dos equipos de la demarcación. Ambos son estrellas, pero también voces autorizadas. Su trayectoria y su talento les avalan y les convierte en esos jugadores que siempre andan perseguidos por el foco. Lejos de amedrentarse lo aprovechan como gasolina. Son Raul Marín y Sergi Miras.

Ambos comparten quinta, pero también hoja de ruta en cuanto a países en los últimos años. Ambos plantaron su bandera en el campeonato luso en la temporada 2019-2020 tras brillar en la OK Liga. Recalaron en los que son considerados junto a Benfica los tres equipos con mayor potencial económico y de talento del viejo continente. Más actores de renombre para plantillas inagotables en la que hay tanta calidad que muchas veces termina pasando desapercibida porque el reparto de minutos se vuelve sencillamente insostenible.

Pasado luso

Marín llegó al Sporting de Lisboa tras quedar pichichi de la OK Liga 2017-2018 en el Reus con la disparatada cifra de 58 goles. Dos años en tierras lisboetas en las que tuvo tiempo para ganar la Copa de Europa fueron suficientes para decidir que era tiempo de volver a casa. Era el verano de 2020 cuando tomó aquella decisión. Desde su vuelta hace ya dos temporadas su rendimiento no ha admitido sospechas y pese a que se ha perdido los últimos partidos por molestias todo apunta a que salvo sorpresa estará hoy presente en el derbi. Es el día en el que las estrellas aparecen y el rojinegro no quiere perdérselo por nada del mundo.

El mismo verano que Marín decidió decir adiós a Portugal también lo hizo Sergio Miras que abandonó las filas del Porto. Un año bajo las órdenes de Guillem Cabestany tras brillar en el Liceo fue lo que duró su primera y única aventura fuera de la OK Liga. Decidió volver al campeonato español para firmar por el Caldes en el que solo estuvo un año, pero dejó claro que tenía hockey todavía para rato.

Este verano fue el fichaje estrella del incipiente proyecto del Calafell y su rendimiento se ha arropado en una fiabilidad máxima. Es el jugador referencia y junto a la llegada de Martí Casas en el mercado de invierno ha conseguido impulsar a su equipo en uno de los años más ilusionantes que se recuerdan en el Joan Ortoll. Peleando por el cuarto puesto y con un pie en las semifinales de la WS Europe Cup, los calafellenses se han ganado con todo el derecho del mundo tener licencia para soñar. Conquistar el Palau d’Esports de Reus sería el colofón final a la fase regular.

Reus y Calafell. Raul Marín ante Sergio Miras. Un derbi por todo lo alto en el que la victoria será más de tres puntos. Los rojinegros buscan sentenciar la cuarta plaza. Los calafellenses aguar la fiesta. Sobran alicientes.