Como a muchos hermanos y hermanas pequeñas, la elección del deporte a practicar fue relativamente sencilla para Emma Castillo. Tan solo debía seguir el camino marcado por Èric. La tarraconense replicó lo que su hermano mayor llevaba haciendo desde antes de nacer ella: Judo.
A los 3 años entró al tatami. «Es su sitio natural», cuenta su madre Marina Batet. Convirtió ese espacio en su lugar de juego. Ahora es mucho más que eso. Durante tres horas al día y cuatro horas a la semana, el Club Judo Dojo Tarraco es su hábitat. Crece, aprende, entrena y cultiva un talento que le ha llevado a firmar un Campeonato de España impecable.
Emma Castillo se colgó el oro en la categoría Infantil (-36 kg) sin perder ni un solo combate. Ni en el Campeonato de Catalunya, donde se consigue plaza para el estatal, ni tampoco en las Copas de España en las que ha participado para sumar los puntos necesarios para subir en el ranking. Este año cada vez que ha subido al tatami para competir, el resultado siempre ha sido el mismo, victoria para Emma.
Su maestro en el Dojo, Javier Rodríguez, define en dos palabras los aspectos que diferencian a la joven tarraconense de 13 años: «Constancia y disciplina». Emma Castillo no escatima en esfuerzos. Nunca lo ha hecho. «Su sacrificio es máximo. Se pasa muchas horas entrenando. Quizás, más de las que debería, pero le gusta y es feliz», cuenta su madre. «Me gusta mucho entrenar fuerte. Hacerlo con mis compañeros de Dojo y siempre quiero más», confirma la joven.
Tampoco sus padres han frenado el ímpetu de su hija. Al contrario, lo han comprendido. Javi Rodríguez aplaude el esfuerzo de los progenitores que entienden el judo «como deporte, pero también como un aspecto educativo más». Ahí estaban cuando Emma Castillo necesitaba sumar puntos en una Copa de España disputada en Santiago de Compostela. Ha sido tanta la implicación que hasta su madre ha subido al tatami para dar sus pasos en el judo.
El estilo de Emma Castillo es muy versátil. El Club Dojo Tarraco bebe del Judo japonés que aprendió de su maestro Javi Rodríguez: «Enseñamos un judo de acción y reacción, de distancia y movimiento. Le damos igual de importancia al judo de pie y al de suelo, porque entiendo que ambos forman parte del aprendizaje». Junto con Wendy de la Fuente, campeona de España de jiu-jitsu, se encargan de acompañar a unos 70 alumnos en su progreso en el judo. Rodríguez lleva años enseñando judo a jóvenes de Tarragona. Siempre con la misma premisa: «No me importan las medallas que ganen, sino que salgan formados, que adquieran disciplina y capacidades para superarse en las dificultades».
Emma Castillo es buena prueba de esa superación personal. El año pasado también acudió al Campeonato de España Escolar, pero no llegó al podio. «Se lo merecía igual que este año, pero no lo consiguió», cuenta Marina. El resultado fue una gestión difícil de la derrota. «Emma ha ganado mucho. Casi siempre gana y la derrota no la llevó bien», añade su madre que, como le pasó a su hermano, cree que es cuestión de tiempo, porque «cuanto más crezcan y compitan, más derrotas deberán asumir».
Este año acudió más convencida que nunca. Pero también, asegura la joven, «más concentrada y con más entrenamientos en los días antes de la competición». Exenta de la primera ronda, superó a la judoca local Adriana Viela en su primer combate y en cuartos de final a Sofia Rubio, de Galicia.
En semifinales, volvió a encontrarse a Claudia Valverde, a quien ya había derrotado en el Campeonato de Catalunya. Y a la que volvió a superar para plantarse en la final.
Su rival en la lucha por el título fue la cabeza de serie número 1, la gallega Candela Costa, a la que consiguió vencer por un waza-ari para levantar el título de Campeona de España. Invicta e impecable.
