Nadie comprendería la entidad del CV Sant Pere i Sant Pau sin la figura de Alfonso Periañez. Hablamos de una de sus figuras más icónicas, su fiel aficionado y su presidente. El hombre que soñó con derribar molinos y lo hizo en unos tiempos en lo que el club rojillo llegó incluso a jugar en Europa. La idea del presidente es la de volver a vivir momentos en la élite con su querido equipo. En ello están y desde hoy buscan el regreso a la Superliga 1. Alfonso, como siempre, acompañará a su equipo del alma en la aventura a San Sadurniño. Ya le cuesta dormir desde hace noches porque el sueño de subir de categoría está cerca de lograrse. Antes de ello, pero, atiende al Diari para hablar con sinceridad de todo lo que se le pasa por su cabeza. Tiene un pálpito. Cree que ha llegado el momento de devolverle al barrio todo el amor.
Se le nota en la mirada la ilusión por ascender.
Desde que terminó la pasada temporada el playoff con el desenlace que hubo hablé de que el ascenso a la Superliga 1 tendría que ser en el 41º aniversario y que teníamos que volver a intentarlo.
Han cumplido su palabra, al menos en el hecho de intentarlo. Están en el último escalón.
Estamos muy ilusionados y estamos convencidos de que lo vamos a conseguir. Se respira esa ilusión.
Este año han hecho una plantilla parece que totalmente lista para el reto.
Es la impresión que nos da a todos. Estamos en ese momento especial que nos hace pensar que este año vamos a lograr el ascenso. Se han dado unas circunstancias especiales e idóneas, se han recuperado los jugadores y estamos en un momento álgido.
Estamos en ese momento especial que nos hace pensar que este año vamos a lograr el ascenso
¿Qué supondría para el barrio el ascenso y el regreso a Superliga 1?
Serviría para devolverle al barrio el amor que nos está dando durante todos estos 40 años. Cualquier persona que habla en San Pedro y San Pablo y le nombra el voleibol siempre dice que estamos locos o estamos chalados, pero están tan orgullosos de nosotros que lo dicen de manera positiva y para hacernos sentir grandes. Sería maravilloso volver a los tiempos de la élite y decir que un pequeño barrio de una pequeña ciudad tiene a su equipo peleándose contra los mejores equipos nacionales en un deporte tan bonito como el voleibol.
¿Y a nivel personal?
Estoy llegando a los últimos años de mi vida deportiva dedicada a esto y me gustaría volver a ver al club en la máxima categoría nacional.
¿Qué importancia le da a Vlado de todo esto?
Mucha. Para nosotros es una leyenda y es una de las personas que ha cambiado la historia del club. Siempre digo que hay un antes y un después con una serie de episodios. Primero es el colegio, pero llega un momento en el que es poco para poder jugar a nivel nacional, pero de ahí salió todo. El segundo momento fue la llegada de Álex Aguiló, un jugador hispano-brasileño que le dio una nueva dimensión al voleibol y la llegada de un entrenador carismático como fue Bogui para todos que nos dio la sensación de que se puede competir por algo importante y luego Vlado le ha dado continuidad a todo esto.
Queremos devolverle al barrio todo el amor que nos está dando durante estos 40 años
Más allá del primer equipo, vaya cantera están formando.
Tenemos una base espléndida. No podríamos estar tanto tiempo arriba sin una cantera fuerte. Somos una gran familia y tenemos una dirección técnica impresionante, no sé cuántos equipos pueden presumir de unos entrenadores como los que tenemos nosotros.
A nivel femenino están creciendo mucho.
Por primera vez en la historia, los equipos femeninos de la base prácticamente duplican a los masculinos. Esto es algo insólito en este club que siempre ha sido con más equipos masculinos.
¿Listo para el viaje?
Esta noche ya he dormido mal y me imagino que esta próxima noche volveré a dormir mal. Tengo un pálpito y una ilusión de que lo vamos a conseguir. Espero que se cumpla nuestro sueño y podamos traer a Tarragona y a Sant Pere i Sant Pau el título de Superliga 1.
