El máximo accionista del CF Reus, Joan Oliver, ha hablado este mediodía, durante el acto de renovación de Fran Carbia, del polémico caso de la expulsión del juvenil Rubén Sánchez por animar al Nàstic en el pasado derbi provincial de Segunda División. Oliver ha admitido que "hemos cometido un error y lo asumimos. Error de fondo y forma. Las personas que tomaron la decisión no la consultaron previamente y vamos a tomar medidas". El dirigente también ha añadido que "no hemos dicho nada hasta ahora porque queríamos que el fuego mediático bajara".
Joan Oliver ha sido rotundo en sus explicaciones, "el chico estaría sometido a un régimen interno si fuera futbolista, pero todavía no lo es". Incluso le abrió las puertas del club. "Él y su familia pueden volver, pero queremos que sea de forma privada. Queremos evitar más revuelo mediático". Oliver ha evitado más preguntas después de esa intervención sincera en sala prensa que ha sorprendido.
Rubén Sánchez formaba parte del juvenil B rojinegro y decidió acudir al derbi con una camiseta del Nàstic. Además se situó en la grada de aficionados visitantes, algo que no gustó a los coordinadores de la entidad, ni siquiera a sus propios compañeros de equipo. En todo caso, Oliver fue comprensivo con el chico de 17 años y reconoció el error del CF Reus.