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Nadie discute desde hace ya varias temporadas a Marc Julià como uno de los jugadores diferenciales de la OK Liga. Se lo ha ganado a base de talento y trabajo. Es de esos jugadores que sobre la pista transmiten un sentimiento de amor al juego que desborda. No hay bola perdida ni acción imposible para el jugador de Olot.
Julià aterrizó en la OK Liga de vuelta tras su experiencia en el Bassano hace ya cinco años. El Reus le captó en un movimiento que sin saberlo terminaría siendo clave para su futuro tanto a corto como a largo plazo.
El jugador rojinegro está desatado y ha conseguido su mejor inicio de curso en la capital del Baix Camp. Está siendo clave en los intangibles, pero también los tangibles. Se ha convertido en faro ofensivo de los de Jordi García. Sus cinco goles en la OK Liga en las dos primeras jornadas lo acreditan.
Tres de ellos llegaron frente al Sant Cugat en la pasada jornada en una exhibición clave para el triunfo rojinegro. Ahora mismo comparte liderato en la tabla de goleadores junto a Martí Casas (Calafell).
El buen estado de forma de Julià también viene acompañado por un compañero de aventuras como es Aragonés que suma tres goles en el campeonato liguero y ha sido clave junto al de Olot para que el Reus haya firmado dos victorias en las dos primeras jornadas de campeonato.
Esta martes, los de Jordi García tienen la oportunidad de sumar la tercera victoria seguida de la OK Liga ante el Caldes en el Palau d’Esports de Reus (21.00 horas).
