Miguel y Marta, una boda en el Estadi

La pareja de hinchas del CF Reus celebró la sesión de fotos de su enlace en el mismo césped del estadio rojinegro

17 enero 2018 00:09 | Actualizado a 18 enero 2018 17:30
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El Estadi se transformó casi en una segunda casa para Miguel Canales (Reus, 1980). A principios de los años 90 ya ejercía como recogepelotas en aquellos domingos en los que el Reus, su Reus, batallaba en las categorías amateurs, en el fútbol más modesto. Él ha visto nacer al club de su ciudad desde las alcantarillas. De hecho, casi ni se cree este pequeño sueño de ver al equipo en Segunda División. Seguramente ni Miguel ni los más románticos de la ciudad lo imaginaron en los sueños más dulces de almohada. Han visto pasar al club por penurias y por amenazas serias de desaparición. Saborean sus conquistas más que nadie. En este caso, Miguel desde su asiento del gol sur, como hincha apasionado.

Empleado de seguridad, por ejemplo en los partidos del Reus Deportiu de hockey en el Palau d’Esports, este ganxet de cuna ha gozado de esos ascensos a Segunda B que ya parecían auténticas gestas. Fue miembro activo de la antigua peña Caixa o Faixa. Siguió al milímetro cada desplazamiento del Reus en esos campos sintéticos y de dimensiones reducidas, en los que el fútbol suele recuperar la esencia. Admiró profundamente a Ángel Blasco, David Sangrà, Álvaro García o Yangüela, tipos que ya se encuentra en la enciclopedia más lujosa de la entidad. Con ellos incluso llegó a disfrutar de cierta relación. El contacto con los futbolistas, en aquellos tiempos, resultaba más asequible.

Marta, la pareja de Miguel, mantiene esa pasión por el CF Reus gracias al entusiasmo que ha vivido en casa. Los dos celebraron en el mismo césped del Estadi el histórico y pionero ascenso a Segunda División, en mayo de 2016, tras aquella eliminatoria ante el Racing de Santander. Incompatibilidad laboral les impidió el viaje a El Sardinero una semana antes, aunque siguieron el 0-3 de la ida con emoción, desde el televisor. Lo que no sabía Miguel era la sorpresa que aguardaba pocos meses después. Él le comentó en tono de broma a Marta que las fotos de boda podrían cocinarse en el Estadi, algo a lo que se negó rotundamente la chica. Sólo por un instante.

Hace justo un año, la pareja contrajo matrimonio en Reus. La pre-boda y la boda se festejaron bajo los efectos tradicionales de la época. No hubo actuaciones rimbombantes, aunque sí días de máxima emoción para los dos hinchas. Fue en la post-boda cuando llegó la traca final. Marta la había preparado minuciosamente para el fotógrafo elegido para la ocasión; Francesc Torres. Los dos diseñaron una mentira a medias. El plan se llamaba Roc de Sant Gaietà, en Roda de Berà, aunque la dirección resultó totalmente opuesta.

El coche piadoso

Francesc y Marta le dieron naturalidad y normalidad al instante, subidos en ese coche el que Miguel empezó a notar cosas extrañas. Cuando asomó el Estadi, no podía creérselo. Uno de sus deseos iba a convertirse en realidad. El Estadi, un balón, el aroma del césped y su mujer. La mejor combinación posible. Francesc preparó una sesión simpática, con instantáneas de todos los perfiles, en las que se juntaron el fútbol y el amor. A veces parece imposible que esas dos facetas cuenten con similitudes. Las tienen. Así lo demostraron los dos hinchas reusenses. Enamorados de sentimiento y también de pasión; el CF Reus.

“Aún estoy flipando” suele expresar el mismo Miguel Canales cada vez que rememora la sorpresa. Ha pasado un año pero la recuerda como si fuera ayer. Un regalo que culminó esa boda de los sueños. Muchas veces, éstos se cumplen.

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