El Nàstic acudirá este domingo al Estadio de Los Pajaritos con una de esas bajas que duelen. Pedro Del Campo no estará disponible tras ver la quinta amarilla frente al Real Murcia. Una baja de calado para un equipo que siempre agradece la presencia del mediocentro gerundense. Uno de esos rostros que toda plantilla quiere en sus vestuarios porque es de los que solo levanta la voz fuera del campo cuando toca. El resto del jornal lo pasa trabajando y cuando toca decir algo prefiere hacerlo con el cuero en sus pies.
Así ha sido desde su llegada a Tarragona. Fue el año pasado el mejor fichaje de la temporada junto a Robert Simón y este año ha tenido que lidiar con una serie de molestias que le obligaron a entrar en dinámica ya con la temporada empezada. Aquello no fue excusa para un jugador que rápidamente entró de lleno en los planes de Raül Agné. Debutó como titular frente al Calahorra en la cuarta jornada de campeonato y desde entonces ha convivido de manera permanente con la titularidad. Se lo ganado en el verde porque es un jugador clave para el Nàstic. En ataque no le quema la pelota y dirige al equipo, mientras que en defensa no escatima un esfuerzo. Un mago del balón que cuando toca correr detrás también toca hacerlo.
Si con Agné era un jugador especial e indispensable con Iñaki Alonso también lo está siendo. Ha sido titular en los cuatro encuentros que ha dirigido el técnico vasco al Nàstic en una clara prueba de que también cuenta con su total confianza. Al talento se le reconoce y por eso da igual que haya habido un cambio de técnico que su rol en el equipo se mantiene intacto.
La mala racha del Nàstic ha provocado que su rendimiento quizás no esté siendo tan superlativo como el del año pasado, pero ni mucho menos alejado del notable. Del Campo es de esos futbolistas que convive con naturalidad con la nota del 7 en el examen. Sabes que nunca va a fallar. Su madurez futbolística implica una fiabilidad en el día a día que encandila a los entrenadores.
¿Quién le suplirá?
Así pues, Del Campo tendrá que ver a su equipo desde el sofá en la visita al Numancia. Una baja que va a provocar que Iñaki Alonso tenga que abrir el abanico a la hora de suplirle. Primero deberá decidir si su sustituto jugará en la base del centro del campo o le tirará unos metros por delante como ante el Murcia o en otros encuentros esta temporada. Es decir, si buscará un perfil más de mediocentro o un falso extremo. Las opciones son múltiples y todo se decidirá en función del rival y el contexto de partido que se anticipe.
Lo que está claro es que la baja de Del Campo no transmite para nada tranquilidad a un Nàstic que anda falto de fútbol y fluidez en ataque. Si con el gerundense sobre el verde ya cuesta hilar fútbol ofensivo, sin él todo se complica.