Podemos ha colgado en su web un vídeo titulado «Maldita casta. Bendita gente» en el que utiliza el amor por el Nàstic de un padre y un hijo para criticar la política del PP y del PSOE, incitar al cambio de voto y lanzar una serie de propuestas. Ni Fèlix Alonso, candidato por Tarragona de En Comú Podem, la coalición en que se ha integrado Podemos, ni el propio club sabían que la formación liderada por Pablo Iglesias iba a utilizar las imágenes del club grana para su propaganda.
De un minuto y 54 segundos de duración, el vídeo es el primer capítulo de una serie de al menos tres entregas. Ha sido realizado por una productora de Barcelona, que ayer prefirió permanecer en el anonimato y remitió a Podemos para más detalles del vídeo. Ayer fue imposible contactar con comunicación de Podemos.
La filmación mezcla el sentimentalismo tipo ‘Vuelve a casa por Navidad’ de los turrones El Almendro con mensajes subliminales para vincular tanto al PP como al PSOE con la corrupción ya que cuando se menciona a José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy aparecen junto a ellos imágenes de Rodrigo Rato, Manuel Chaves y Carlos Fabra, políticos implicados en casos de corrupción.
El vídeo es un ejemplo de comunicación política al ponerle cara –y una historia con la que cualquiera se puede sentir identificado– a mensajes políticos que pretenden llenar de esperanza al que vea el vídeo, una esperanza que llevaría a la práctica Pablo Iglesias, cuya voz en off ocupa los instante finales de la filmación.
Mientras se narra la historia de Miguel, «que tiene una pyme y es padre de_Martín, con el que comparte su pasión por el glorioso Nàstic de Tarragona», unas primeras imágenes de la familia dan paso a la celebración del ascenso del Nàstic a Segunda A en el Nou Estadi tras la victoria ante el Huesca por 3-1 el pasado 31 de mayo. Luego se sobreimpresiona una espectacular fotografía de los jugadores asomándose al balcón del ayuntamiento y saludando a una enfervorizada multitud en la Plaça de la Font. La instantánea es del fotoperiodista del ‘Diari’ Pere Ferré.
Tras abandonar el subidón nastiquero, el spot se sumerge en la melancolía. Explica que Miguel «siente que ha hecho toda la vida lo que le pidieron»: pagó sus impuestos, siguió pagando la hipoteca «aunque su casa ahora vale la mitad» y votó «como la mayoría para que su voto fuera útil» (al PP de Aznar, al PSOE de Zapatero y al PP de Rajoy), que «le prometió que le bajaría los impuestos». ¡Zasca para Mariano!
Más emotividad: Miguel «se dejó la piel para pagar a su hijo una carrera universitaria y un postgrado» pero el chaval no sólo no trabaja en lo suyo sino que ha tenido que emigrar a Austria. Y para llorar a moco tendido: «Los sábados son el día más triste porque no es lo mismo comentar el partido por whatsupp que ir juntos al estadio» (aquí el Nou Estadi en un día lluvioso y Miguel con el móvil en la mano).
Ante tal situación, Miguel se harta y «por primera vez en la vida tiene algo que pedir a los políticos»:_que vuelva su hijo y trabaje en lo suyo. Y su hijo vuelve a casa. Y Miguel y Martín van en autobús (un guiño a que son una familia sencilla) al estadio.
Tal ‘felicidad’ culmina con la imagen de Iglesias ovacionado al entrar en un pabellón deportivo para dar un mitin y su voz prometiendo «un plan de retorno de jóvenes» y apoyo a las pymes, entre otras medidas. El compendio de sentimentalismo, crítica política y promesas se cierra con el lema «Un país contigo, Podemos».