La historia de Javier Ribelles y el Nàstic ha compartido similitudes, salvando las distancias, con la de Sergio Ramos y el Real Madrid. No obstante, los finales han sido opuestos. El de Camas no continuará en Chamartín, ya que la oferta de renovación del Madrid caducó y firmó a Alaba, mientras que el valenciano ha renovado un año con una temporada más opcional, tal y como anunció ayer la entidad tarraconense en un comunicado oficial.
Ribelles llegó a rechazar la oferta de renovación grana porque tenía una oferta que le tentó de Madrid de la 1ª RFEF, pero tras no llegar a un acuerdo en lo económico, picó a la puerta de un Nàstic que se la abrió de par en par. Un futbolista muy querido por la cúpula, por el vestuario y al que el nuevo cuerpo técnico le quiere encomendar un papel importante en la sala de máquinas.
El acuerdo se aceleró y se cerró hace un par de semanas y desde ayer ya es una realidad. Ribelles continuará de grana. Lo hará sin Toni Seligrat, un actor que fue clave en que el valenciano no renovara, ya que sentía que no contaba con la confianza del extécnico grana.
¿Cómo ha sido una renovación que hace semanas estaba rota y de repente ha fructificado? Acabó el curso y el contrato finalizaba el 30 de junio y Ribelles no había aceptado la oferta de renovación del Nàstic que tenía encima de la mesa desde hace ya varios meses. Toni Seligrat y una oferta tentadora de Madrid fueron el motivo de ello.
El Nàstic lamentaba la negativa del jugador, pero lo entendía. Más allá de la oferta deportiva, Madrid era un destino muy atrayente para Javier Ribelles, puesto que su mujer trabaja allí como periodista en la televisión de La Sexta y eso era un incentivo determinante. Todo parecía estar hecho, pero en los últimos días la situación dio un giro radical. La oferta económica y deportiva no convencía a un jugador que desde que llegó a Tarragona se había sentido como en casa. En el Nàstic había estado bien y siempre que jugaba había cumplido. El único problema fue que Toni Seligrat nunca terminó de creer en él. Ni sus actuaciones notables le convencieron. Fran Miranda, su extensión en el campo, siempre estaba por delante.
La temporada pasada solo acumuló 14 partidos de los cuales ocho fueron como titular. Unas cifras demasiado bajas para un jugador que siempre que había comparecido sobre el verde había alcanzado una nota superior al notable. Fiabilidad, liderazgo y talento en la base de la jugada le convertían en un lujazo para el centro del campo. No lo vio así un Toni Seligrat que nunca llegó a confiar en él, pese a que le dio motivos de sobra para ello.
Del ‘no’ a la renovación
En el momento en el que la oferta de Madrid se enfría, Javier Ribelles y el Nàstic retoman los contactos. Los dos están receptivos. El mediocentro no ve otro club mejor que el Nàstic para proseguir con su carrera una vez ha visto que la oferta de la capital no es lo suficientemente convincente. Se ofrece y el conjunto tarraconense lo tiene claro: tiene sitio de sobras.
La entidad grana siempre le ha tenido en alto valor, pagó su cláusula a unionistas hace dos mercados de invierno, y considera que en la PRO puede ser un centrocampista de nivel. También es importante y clave el hecho de que el nuevo entrenador del Nàstic, Raül Agné, le considera un futbolista muy interesante y que puede ser importante en su idea y esquema de juego.
Ahora mismo, el Nàstic cuenta en la medular con tres futbolistas: Ribelles, Fullana y Pedro del Campo. Un mediocentro de perfil defensivo, y dos perfiles más ofensivos, aunque con distintos rasgos. Fran Miranda también tiene contrato, pero en los próximos días rescindirá su contrato con la entidad tarraconense y firmará con otro conjunto de la PRO todavía por conocer.
Javier Ribelles seguirá como mínimo una temporada más en Tarragona. El Nàstic y sus aficionados lo celebran. La historia entre el valenciano y el conjunto grana todavía tiene muchos capítulos por delante.