Tarragona, tierra de campeones

Más de 1.600 atletas tomaron parte en la V Marató Costa Daurada, otra fiesta del 'running' disputada en tres distancias

19 mayo 2017 23:42 | Actualizado a 22 mayo 2017 11:28
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Temas:

Tarragona fue una vez más el epicentro de la epopeya atlética. Este domingo, en la quinta edición de la Marató Costa Daurada, hubo gestas para dar y tomar: la del runner tarraconense Antonio Montes, que completó la prueba de los 30 kilómetros empujando la silla de su hijo Álex, con parálisis cerebral; la de Paco Herrero, que acabó su maratón número 100 y llegó a meta en éxtasis, rodeado del calor de su peña; la de la medallista olímpica María Vasco, que se recuperó de ocho días en cama con fiebre y fue la más rápida en los 30 kilómetros; o la de Pedro Ortega, que en la prueba reina, la de los 42.195 metros, libró una épica batalla con el gallego Elías Domínguez que se llevó este último.

No fue impedimento para que Ortega, de Bonavista, acabara segundo y se agenciara el título de Campeón de Catalunya. Fue el mismo galardón que se embolsó la tarraconense Mireia Sosa, que impuso su ley incontestable en las féminas y también se dio un baño de masas con su afición.

Más de 1.600 atletas tomaron la salida desde el Moll de Costa en una mañana fría al principio pero que más tarde se volvió cálida y perfecta para el atletismo. Pronto los que iban a por los 10 kilómetros marcaron el ritmo y, en un visto y no visto, Camilo Santiago se escapó solo y nadie le pudo seguir. Cruzó la meta en 30:26, sacándole más de un minuto al segundo, Marc Roig (31:46) y al tercero, Albert Moreno (31:54). Poco después Silvia Ferrer (38:25) venció en féminas, con dos minutos sobre Paula Roman (40:10) y Asun Gutiérrez (41:15), en unos 10.000 metros que resultaron una carrera explosiva y sin concesiones, poco dada a la estrategia, sin nada que ver con la de aquellos que debían regular fuerzas en una de las dos largas distancias.

Tampoco pareció dosificar Chema Martínez, otro de los nombres de relumbrón que acudían a la cita. Lo suyo fue un recital de fuerza y contundencia. También se escapó en solitario ya en los primeros kilómetros del Passeig de l’Escullera. Chema, uno de los grandes fondistas españoles de la historia (campeón de Europa, entre otros éxitos en su largo palmarés), imprimió una velocidad brutal y se fue lanzado a por la victoria en los 30 kilómetros.

Esa distancia fue también la que disputó María Vasco, otra de las participantes con galones que daban lustre al evento. La única medallista olímpica española de la historia, que había vencido también en la Mitja Marató de Tarragona del año pasado, mostró pronto sus credenciales a la victoria y se colocó líder ya en los primeros kilómetros, pese a estar convaleciente por haber pasado los últimos días con una laringitis.

 

Ajustada pugna en cabeza

Más ajustada estuvo la maratón. Las liebres lanzaron una ofensiva de vértigo que acabó, tras la criba, con un dúo en cabeza: Pedro Ortega, ganador en 2014, y Elías Domínguez, que corría en Tarragona por primera vez. En esa pugna cerrada transitaron por lugares como Torres Jordi, Vidal i Barraquer y llegaron a los barrios de Ponent. Por detrás, hombres como Francisco Rivero, David Posada o Hugo Figueras intentaban mantener sus opciones.

Chema Martínez salió reforzado de los barrios y embocó la N-340, de vuelta al centro, para cerrar el triunfo. No bajó la cadencia en la entrada al Serrallo. En el kilómetro 24, en un nuevo paso por el Moll de Costa, el mediático Chema, que no dejaba de recibir los ánimos del numeroso público, ya se sabía ganador. También se había acostumbrado a correr en soledad Mireia Sosa, que prácticamente desde la salida se había colocado como la primera mujer en la distancia de maratón. La seguían de cerca Maria García, Anna Riera o Anahi Herrera.

 

El faro, decisivo

Con esas victorias más o menos encarriladas, la gloria seguía sin dueño en el cuadro masculino de los 42 kilómetros. Ortega y Domínguez llegaron igualados a la zona del Port Esportiu, pero a falta de unos 15 kilómetros, el interminable paseo del faro iba a dictar sentencia. A partir del kilómetro 27, en la sufrida soledad de la escollera (aderezada por la ‘batucada’), los problemas físicos empezaron a pasar factura a Ortega. A ‘Perico’ le lastraba una llaga en el pie que le hizo quedarse relegado en relación a Elías Domínguez, el pontevedrés debutante, que en ese trayecto en el faro ganó unos metros fundamentales.

Quedaba lo más duro, el trayecto más exigente: el paseo marítimo, la Via Augusta y los repechos hacia el Fortí de la Reina y la Savinosa. Después de la escollera, Chema Martínez, ‘volando’, giró en dirección al puerto para sellar su victoria con un crono de 1:42:45. Siete minutos después llegó Sergi Hidalgo (1:49:19) y poco más tarde Sergi Bayod (1:49:19).

Inapelable fue también la victoria de María Vasco, que llegó a meta exhausta y hasta emocionada después del brutal esfuerzo. Cruzó llevando a su perro London y certificando una victoria que durante la semana había parecido imposible, ya que Vasco estuvo a punto de no participar. Paquita Giménez (2:20:01) y Judit Juncosa (2:21:48) la flanquearon en el podio después de sendas actuaciones magistrales.

Por detrás aún quedaba la lucha por el trono, por el preciado trofeo de la categoría reina. Elías Domínguez salió victorioso del Miracle y no tuvo problemas para vencer en el Moll de Costa (2:28:44). Elías, subcampeón de España en media maratón y todo un emblema del atletismo en Galicia, aseguró la victoria frente a las últimas acometidas de ‘Perico’ Ortega, que acabó segundo pero también exultante, por ser el campeón de Catalunya de la especialidad (2:31:31). Franciso Rivera (2:34:55) finalizó tercero.

En mujeres, Mireia Sosa, que tenía dura competencia, reeditó título en uno de sus grandes objetivos de la temporada. Tras superar algunos problemas físicos (que le impidieron, por ejemplo, estar a la altura en la Mitja de Tarragona de 2014), ayer se quitó la espina de la mejor manera posible. Cumplió con el ritual: cubrió los últimos metros con su hija Blau y se fundió en un abrazo con la familia. Maria García (3:10:04) y Anna Riera (3:11:30) fueron segunda y tercera, respectivamente, en una prueba en la que finalizaron, en total, 1.345 atletas y que, entre cientos de hazañas en el enorme ‘planeta running’, consagró a dos tarraconenses como los grandes dominadores de la disciplina en Catalunya.

Comentarios
Multimedia Diari