Toni Malla (Tortosa, 28 años), que ha estado las últimas temporadas en el CB San Adrián Eskubaloia de Bilbao, cambiará de aires, aunque seguirá dando asesoramiento técnico al club vizcaíno para no desvincularse. El preparador del Baix Ebre empezará una nueva etapa en el Vila-real, donde entrenará al equipo sénior masculino que milita en la Primera División Estatal (Grupo valenciano más algún bloque de Aragón e Ibiza): «he tenido otras propuestas, pero me he decidido por esta. Pienso que daré un paso más en el mundo de los banquillos». Toni sigue explicando que el club de La Plana «me deja trabajar y enfocar el equipo a mi manera».
El ebrense y sus pupilos tendrán el objetivo de «en dos temporadas intentar estar cerca de las plazas de fase de ascenso a División de Honor Plata». Toni empezará a trabajar con ellos a principios de agosto, aunque ya lleva varias semanas hablando con la directiva y los jugadores: «las sensaciones son de máxima ilusión por parte de todos. Este factor es fundamental para que los jugadores crean en su entrenador y de esto ahora mismo vamos sobrados». A nivel personal, explica que «mi reto es seguir adelante y en dos campañas marcharme ya al extranjero. He tenido varias ofertas para irme, pero de momento prefiero seguir formándome en España. El salto lejos de aquí es complicado y tengo que estar muy preparado. En Vila-real puedo aprender y estos conocimientos me servirán para salir fuera del estado».
Su trayectoria
Toni Malla se formó como entrenador en el CE Tortosa, después se fue por estudios a Barcelona y estuvo en el CH Palautordera, antes de cumplir una primera etapa en el CE Riudoms, donde lograron la permanencia. Seguidamente, formó parte del club de nueva creación el CH Tortosa sénior femenino, consiguiendo en dos campañas acceder al Top 4 de la Lliga catalana (quedaron terceras en las dos ocasiones). Posteriormente, empezó un proyecto en Riudoms que duró tres temporadas, en las que se lograron dos ascensos consecutivos y una permanencia. Estando en este club, el CH Salou le realizó una oferta para llevar la coordinación de las categorías inferiores, donde estuvo dos años, consiguiendo aumentar la base, estructurar las líneas de trabajo y consolidar la metodología aplicada. Además, lograron un Campionat de Catalunya cadete (2ª Catalana).
Luego, recibió una oferta de Bilbao (CB San Adrián Eskubaloia) para hacerse cargo del primer equipo femenino que juega en la División de Plata femenina (Grupo B) (Grupo vasco), y a la vez encargarse de la dirección deportiva. Las féminas lograron la mejor actuación del equipo en la categoría, sumando 22 puntos (las últimas temporadas habían llegado a diez como mucho). Todo se debió a «un cambio generacional que se fue estableciendo poco a poco, dando importancia a las jugadoras de la base con algún refuerzo para dar el salto de calidad». Además, «en la base, el club tiene unas 300 chicas y hemos establecido una metodología que nos ha llevado a estar entre los cuatro o cinco mejores equipos de Euskadi en todas las categorías inferiores».
Finalmente, el preparador destaca que «también estuve trabajando para la Federació Catalana, dos temporadas como seleccionador catalán (Campeonatos de Vigo 2008 y Valladolid 2009) y dos como secretario técnico de la provincia de Tarragona».
El lado personal
Toni asegura que «el poco tiempo que tengo lo dedico a los amigos y la familia y a seguir viendo balonmano, soy un enfermo de este deporte y desde hace cuatro años me dedico a él de manera profesional». Toni afirma que «también me gusta la música. En verano dedico el mes que tengo de vacaciones a hacer de DJ en una famosa sala de Salou que se llama ‘Flashback’. Me ayuda a desconectar y a cargar pilas de cara a la temporada».
Precisamente, en las semanas de ocio es cuando Toni regresa a Tortosa: «seguirá siendo mi ciudad de vacaciones, porque invertiré mucho tiempo en entrenar al primer equipo del Vila-real y probablemente colaboraré con la Federación Valenciana».
El nivel provincial
Aunque Toni ahora no está trabajando en la demarcación de Tarragona, es un buen conocedor de su nivel: «los clubes que han tenido regularidad durante mucho tiempo sobreviven: Tortosa, Amposta, Cambrils, Ascó, Tarragona, Salou, Vendrell, etc…Más alguno de nuevo».
El técnico sigue comentando que «desde mi punto de vista, tenemos que formar a los niños y niñas que fidelizamos desde un cariz más competitivo, que no resultadista. No hay que confundirse; la competición son valores, esfuerzo, disciplina, trabajo, compromiso…creo que es una de las vertientes en las que se tendría que trabajar ya, desde el momento en que se realiza el proceso de promoción en las escuelas». El ebrense cree que «en general nos estamos degradando y cuesta asumir los errores. Toca mirarse el ombligo y corregir lo que no hemos hecho bien. Ahora es momento de reinventarse y de aprender». El tortosino también añade que «el Ascó es el club que en pocos años crecerá de una manera abrumadora. Están realizando un gran trabajo en la base y en el primer equipo».