Ganar en La Coruña siempre deja un muy buen sabor de boca. Lo disfruta el Reus, que batió al Liceo (1-2) y se llevó un triunfo que vale su peso en oro en un partido de idas y venidas en el que los de Jordi Garcia supieron jugar sus cartas. Los rojinegros no solo encadenan con este resultado su tercer triunfo consecutivo en la Ok Liga, sino que además superan a los liceístas en la tabla en su objetivo por ser cabezas de serie en la Copa.
La grandísima actuación de Càndid Ballart bajo palos fue determinante en la primera parte. Detuvo todo lo que se le vino encima, que no fue poco, incluido un prematuro penalti lanzado por Carballeira a los dos minutos y medio de juego y una falta directa ejecutada por Cancela. El meta rojinegro fue un muro inexpugnable.
Acompañaron a Ballart los jugadores de pista, muy eficaces y atentos en ataque. Lo prueba la acción con la que se originó el primer tanto del Reus, en la que Aragonès cortó la bola a media pista y sirvio rápidamente a un Oruste que se había quedado rezagado en una transicion defensa ataque del Liceo; solo ante Martí Serra, le batió magistralmente. Llevaba apenas unos segundos en pista y en su primer acción vio puerta. Llegar y besar el santo.
Con ventaja en el marcador el Reus llevó el partido al terreno que quería su entrenador. Y de nuevo en un contragolpe logró ampliar su diferencia, esta vez después de una asistencia de Joan Salvat que colgó la bola para que Martí Casas rematara sin oposicion.
El Liceo salió con todo en la reanudación, dispuesto a recortar la desventaja. Lo consiguió en primera instancia después de que el capitán local, Carballeira, se inventara una acción de ataque en la que esta vez nada pudo hacer Ballart. El meta, poco después, desbarató un penalti lanzado por Pereira.
La ocasion más clara del Reus para devolverle la moneda al Liceo fue una falta directa en la que Oruste no pudo con Serra. Los rojinegros desaprovecharon en ese mismo lance la superioridad concedida gracias a un power play en la que Carballeira vio la tarjeta azul.
La recta final del partido fue frenética, con constantes idas y venidas por parte de ambos equipos. Los liceístas en busca del empate y los rojinegros, que no las tenían todas consigo con esa ventaja mínima, a la caza del gol de la tranquilidad.
El marcador ya no se movería y el Reus acabaría sumando una nueva victoria.
