¿Y si llamamos Natalia Rodríguez al nuevo estadio de atletismo?

La nueva etapa profesional de Natalia Rodríguez como quiromasajista, ahora que está apartada del atletismo de élite, la ha convertido en protagonista esta última semana. La plusmarquista española de los 1.500 metros y laureada mediofondista ha decidido abrir su propia consulta, cansada de esperar el puesto de trabajo que el alcalde Josep Fèlix Ballesteros le prometió públicamente en el equipo organizativo de los Juegos Mediterráneos cuando llegara el momento de su integración laboral.

Natalia, que antes de iniciar este periplo ya estuvo ganándose la vida durante ocho meses vendiendo zapatillas deportivas en una conocida tienda del sector, asegura sentirse además ninguneada por los dirigentes de Tarragona’2017 después del trato recibido.

El comité organizador del evento ha decidido guardar silencio en todo este asunto con Natalia, emblema principal de estos Juegos y paradójicamente ex concejal de deportes con el propio PSC.

No voy a ser yo quien le diga a Ballesteros cómo debe salir de este desaguisado ni si debe ofrecerle o no un trabajo que ahora mismo Natalia rechazaría, pero más allá de toda esta polémica Tarragona no puede darle la espalda a la deportista con mejor trayectoria de la ciudad (ha sido campeona europea, subcampeona mundial, 14 veces campeona de España y cuatro veces olímpica).

Si en muchas otras ciudades atletas con menor palmarés tienen pabellones y calles a su nombre, aquí podríamos bautizar el nuevo estadio de atletismo de Campclar ‘Natalia Rodríguez’, en homenaje perpetuo a su figura. Ahí queda.