La defensa de Mohamed Houli, principal acusado al juicio del 17-A en la Audiencia Nacional, ha afirmado que su cliente estaba "manipulado" por la célula de Ripoll y se limitó "a cumplir instrucciones". La abogada ha negado que Houli estuviera radicalizado y que fabricara explosivos. "No tenemos ninguna evidencia" de que fabricara y que tampoco tenía bastante conocimiento para manipular, ha dicho en la sesión de este martes en la que las defensas exponen los informes finales. La defensa ha argumentado que el bajo coeficiente intelectual del acusado lo convertía en una "presa fácil" y fue "utilizado". Ha añadido que Houli tuvo un papel secundario, no era consciente de los objetivos de la célula y desconocía si había algún plan B para atentar.
Por otro lado, la abogada ha argumentado que las pruebas recogidas en el chalé de Alcanar no son válidas porque cree que no se respetó la cadena de custodia.
La letrada ha afirmado que el hecho de que los Mossos entraran en este espacio privado sin orden judicial de entrada y registro vulnera la inviolabilidad del domicilio. También ha dicho que los cuerpos policiales no estuvieron coordinados. En este sentido, ha insistido en la ausencia de pruebas de ADN que confirmen si el imán de Ripoll murió o no en la casa de Alcanar.
"Nunca ha tenido capacidad de organizar ni decidir", ha expresado la defensa de Houli. Ha expuesto que es una persona que recibe instrucciones y que deja su documentación porque se lo piden y accede. Si bien ha reconocido que "se le puede considerar colaborador", la abogada ha afirmado que no se le puede considerar miembro de la célula terrorista.
"Se dejó arrastrar, pero él nunca lo habría hecho", ha añadido. "No habla árabe, habla bereber, no entendía al imán y tampoco estaba presente en las conversaciones del imán con los tres grandes del grupo", ha argumentado la abogada.