La Guardia Civil ha detectado unas 25 toneladas de fibrocemento con amianto en una explotación ganadera situada en el término municipal de Tortosa. Durante la inspección, realizada a finales de enero de este año, los agentes descubrieron que parte del material retirado en las obras de una granja eran tejados de placas de fibrocemento. Ante esto, los investigadores estimaron que podría haber enterradas entre tres y cuatro toneladas de este residuo en la finca. Tras analizar las muestras recogidas durante la actuación, los agentes investigan a tres personas por un presunto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, así como contra la seguridad y la salud de los trabajadores.
Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), junto con los inspectores de Trabajo de la Generalitat, realizaron una inspección en materia de prevención medioambiental el 31 de enero de este año en el término municipal de Tortosa. En la actuación localizaron unas 25 toneladas de fibrocemento que habían sido retiradas de los tejados de la granja. Según el cuerpo policial, entre los compuestos que forman el fibrocemento se encuentra el amianto, en un porcentaje de entre el 10 y el 20%. Ante este hecho, se requirió la documentación relativa a la gestión de los residuos generados a la empresa constructora.
La compañía no pudo justificar el destino de los desechos, por lo que los agentes realizaron una inspección ocular del lugar y observaron que había tierra removida con otros restos mezclados. Por este motivo, recogieron muestras y las enviaron al laboratorio del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil (SECRIM).
La Guardia Civil solicitó a la autoridad judicial medidas cautelares de paralización inmediata de los trabajos, la retirada del amianto y la inmovilización preventiva de los animales (cerdos) de las granjas colindantes, hasta verificar su “aptitud” para el consumo humano.
Hace diez días, el 20 de mayo, recibieron el informe del SECRIM que certifica que la muestra contenía amianto, “con fibras sueltas respirables”. A raíz de estos resultados, los agentes han iniciado diligencias policiales por un presunto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, así como contra la seguridad y la salud de los trabajadores. También tomaron declaración a tres personas en calidad de investigadas.
Paralelamente, los agentes detectaron otras infracciones administrativas, como la ausencia de protocolos de seguridad laboral en el manejo del amianto, la falta del plan de trabajo aprobado por la autoridad laboral, la gestión irregular de residuos peligrosos o el incumplimiento en materia de riesgos laborales. El Juzgado de Instrucción de guardia de Tortosa ha recibido las diligencias instruidas y ha dado traslado de las actuaciones a la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo.