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    Condenado a tres años de prisión por violar a una mujer a punta de navaja en Amposta

    Después le robó el teléfono móvil para borrar los mensajes que previamente le había enviado

    16 febrero 2024 20:07 | Actualizado a 17 febrero 2024 21:00
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    Un hombre amenazó con una navaja a una prostituta de Amposta y le exigió que le realizara gratis una felación. Posteriormente le robó el móvil para borrar los mensajes previos que le había enviado

    La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona ha condenado al procesado, de nacionalidad española, a tres años de prisión y cinco más de libertad vigilada como autor de un delito de violación, y dos más de cárcel por un delito de robo con intimidación.

    En ambos delitos se ha apreciado la atenuante de drogadicción. Además, durante siete años no podrá comunicarse ni acercarse a menos de 500 metros de la víctima.

    La sentencia recoge, en concepto de responsabilidad civil, que tendrá que pagar a la víctima 7.140 euros. Es el acuerdo de conformidad al que llegaron el fiscal y el abogado defensor antes de iniciarse la vista oral.

    Durante siete años no se podrá acercar a la víctima y tendrá que pagarle 7.140 euros

    Sobre las nueve de la noche del 22 de mayo de 2019, el acusado contactó por Whatsapp con una mujer que se dedicaba a la prostitución y ofrecía sus servicios a través de su teléfono en una web y en una revista de Terres de l’Ebre.

    El procesado le preguntó si podía pasarse 15 minutos y ella no contestó ya que era su teléfono profesional y a través del personal estaba realizando una videollamada. Él insistió en dos ocasiones, llamándola por teléfono hasta que finalmente le abrió la puerta del inmueble que ella había alquilado para ofrecer sus servicios.

    La mujer reconoció al acusado de haber contactado con él la semana anterior. Se saludaron y él le pidió ir al lavabo. Cuando salió, llevaba una navaja de unos 25 centímetros y le dijo: «Dame todo el dinero que tengas». Ella le entró 60 euros. Y sin soltar la navaja le manifestó: «Y ahora me vas a hacer un servicio gratis».

    Posteriormente, el procesado le pidió que le diera el teléfono con el propósito de borrar mensajes y por el temor que la situación le ocasionó, ella se vio obligada a dárselo, devolviéndoselo posteriormente.

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