La revolución tech y sostenible para el campo de Iván Moreno

Algunas start-ups nacen con un propósito de beneficio global, no tan solo a nivel particular. Tal es el caso de Greenblock energy, cuyo compromiso con el territorio busca transformar el mundo rural en motor de innovación sostenible y rentable. «Desarrollamos microplantas modulares y autosuficientes que transforman purines y biomasa en biochar de alta calidad, créditos de carbono y energía renovable, con un modelo circular y escalable, buscando hacer cómplices a los ganaderos y repartir parte de nuestro beneficio con los demás», resume Iván Moreno, fundador de la empresa.

Iván Moreno (Barcelona, 1992) es un emprendedor establecido en Salou con experiencia en el sector del marketing, ventas y gestión de equipos del sector de las renovables. El proyecto, del que también forman parte David Martín, agricultor y ganadero, encargado de desarrollo del negocio, y Nestor, ingeniero eléctrico y especialista en criptomonedas y blockchain, nació hace más de un año y medio «en un ordenador» y está desarrollándose poco a poco. El origen,«son las carencias de la gente que trabaja en el campo», algo con lo que están concienciados, ya que algunos de ellos son segunda y tercera generación de familias dedicadas al sector ganadero y al agrícola. «Buscamos diseñar y establecer flujos de energía e instalaciones, con el añadido del conocimiento de blockchain».

Rendimiento eco:
​Este biochar permite un 15% de mejor rendimiento del cultivo y evitar 1.000 toneladas de co2 a la atmósfera

La idea parte de la base de mejorar la gestión de purines y subproductos agrícolas e industriales, cuya obligatoriedad de erradicación también genera costes a los ganaderos. «A través de distintos procesos y digestión anaerobia, transformamos estos residuos y biomasa en biogás y energía», comenta Moreno. «Gracias a la pirólisis, en la que capturamos el carbono de forma permanente, convertimos el subproducto en biochar, un carbón vegetal que regenera y potencia la fertilidad de los suelos; de hecho, hemos comprobado que el rendimiento del cultivo mejora un 15%, que ayuda mucho a tierras con sequía y a estabilizar el terreno», explica Moreno. Además de llevarse un porcentaje de los beneficios que consigue Greenblock energy, agricultores y ganaderos pueden obtener una parte del biochar de alta calidad. Otras empresas pueden obtener créditos de carbono, «muy buscados ya que hay un umbral de uso y el necesario para que esa compañía crezca en sostenibilidad, tienen que comprarlo». Además, su propuesta es modular, extrapolable y aplicable a la industria, principalmente al sector alimenticio.

Recientemente,Greenblock energy narró su propuesta en la 5ª edición de la Incubadora Redessa. La granja piloto en la que llevan a cabo las pruebas es la de uno de los miembros del equipo, David Martín. Los ensayos en esta granja turolense de 5.000 cerdos arrojan cifras de entre 200 y 300 toneladas de biochar. Además, Greenblock energy cuenta con la colaboración de la Universitat de Vic, en cuyos laboratorios testean el biochar para obtener la máxima eficiencia y, cuando tenga unas cualidades constantes, poder obtener la certificación. «Con cada instalación evitaríamos más de 1.000 toneladas de CO2 a la atmósfera», asegura el CEO.

Como innovación adicional tech, aprovechan los excedentes energéticos renovables generados para operar un módulo complementario de minería para generar criptoactivos. «Este sistema optimiza el balance energético de la planta y te recompensa con ingresos adicionales que aumentan considerablemente la rentabilidad global del proyecto, especialmente en escenarios de volatilidad de los precios del carbono».