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Las peticiones para aplazar los pagos de los créditos al consumo siguen aumentando mes tras mes a pesar de que el peor momento de la crisis fue antes del verano, en pleno confinamiento. Las solicitudes de moratorias realizadas por los ciudadanos que tienen este tipo de préstamos activados se incrementaron en 25.000 casos en el mes de octubre con respecto a septiembre, hasta superar los 446.000 expedientes.
De todas esas instancias, los bancos aprobaron 396.772 solicitudes (frente a las 374.000 del mes anterior), lo que equivale a 2.900 millones de euros suspendidos a la hora de abonarlos por parte de los titulares de esos créditos, que mantienen serias dificultades para afrontar esos compromisos financieros con sus entidades.
El incremento de este tipo de moratorias de préstamos habitualmente de baja cuantía (son los que se utilizan para afrontar los pagos del día a día, de electrodomésticos o de otros bienes similares) vuelve a mostrar las estrecheces por las que atraviesan precisamente las familias más vulnerables en esta crisis económica derivada de las medidas para intentar contener el avance de la pandemia de la Covid-19. Son las que, además de disponer de menos rentas, más uso hacen de este tipo de créditos, que en ocasiones disparan sus intereses.
Este auge del crédito al consumo y de las solicitudes de impago por unos meses contrasta con la moratoria de las hipotecas de familias vulnerables, que también puso en marcha el Gobierno y el sector bancario en marzo en pleno confinamiento.
El número de solicitudes de moratoria vinculadas al decreto establecido por el Ministerio de Economía con garantía hipotecaria alcanzó las 273.751 en octubre, de las cuales se ha dado curso a 228.966. El saldo vivo pendiente de amortización de los préstamos suspendidos superaba en octubre los 20.500 millones de euros. Prácticamente son las mismas cifras que las de septiembre.
En el caso de las solicitudes de moratoria sectoriales, alcanzaban las 817.716, habiéndose dado curso a más de 768.000. El saldo pendiente de amortización de los préstamos suspendidos se situaba cerca de los 30.000 millones de euros.
