En este sentido, quiere dejar constancia de su protesta y expresa las siguientes consideraciones en favor del coche eléctrico de segunda mano:
Primero, recalcar que las unidades de segunda mano continúan cumpliendo con la premisa de emisión cero sin importar los años de antigüedad. Una diferencia importante con las unidades de combustión que con el paso de los años, gracias al avance tecnológico, reducen sus niveles de contaminación.
Segundo, el precio de los eléctricos nuevos es inaccesible para la mayoría de la población a pesar de las ayudas que, afortunadamente, aportan las administraciones públicas. Los coches de segunda mano amplían el abanico de posibles clientes interesados por la electrificación y contribuyen a difundirla entre la población. Sólo quién prueba un coche eléctrico, comprende sus ventajas.
Tercero, el interés por el coche eléctrico de segunda mano está creciendo en España. Como muestra, en el primer trimestre de este año las matriculaciones de turismos eléctricos nuevos se han reducido casi un 13% en relación al mismo periodo del año pasado, mientras que los de segunda mano casi han doblado las ventas.
Sin embargo, a pesar del claro potencial de crecimiento del vehículo eléctrico de segunda mano gracias al interés del consumidor, el peso sobre el total de ventas es muy reducido. Si el eléctrico ha supuesto el 1,85% del total de los turismos matriculados en los tres primeros meses del año, en el mercado de ocasión se queda en el 0,44%.
Fomentar el mercado de segunda mano ayudaría a que muchos propietarios de turismos eléctricos cambiasen de modelo al saber que su actual coche tendrá fácil salida. Se impulsaría así la compra de más coches nuevos, favoreciendo a la industria, pero también a los comerciantes.