Arranca la era del dron

Agricultura, comunicación o infraestructuras son solo algunos de los usos emergentes de las aeronaves no tripuladas en el ámbito empresarial. Es un sector emergente

29 mayo 2017 10:10 | Actualizado a 28 noviembre 2017 13:45
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Para algunos es un juguete. Para otros, una herramienta de trabajo valiosísima. La sociedad actual ha entrado en la era del dron. Y lo ha hecho de repente. Sin conocer ni siquiera en qué consisten estas aeronaves no tripuladas que surcan nuestros cielos tan a menudo. No es fácil. Hay que sacarse licencia. Cumplir una estricta normativa –que en los próximos meses dejará de ser tan dura–. Y unos exámenes médicos muy exigentes. No es un juego. Es una herramienta muy útil que, si no se utiliza correctamente, puede ser peligrosa. En el mundo, hoy en día, hay 30.000 aviones comerciales volando. Y un millón y medio de drones. No es fácil de gestionar.

Pero más allá de la normativa, los requisitos y los riesgos, supone una gran oportunidad para el sector empresarial. «Los drones tienen vocación de ayudar a las empresas a ser más competitivas», explicaba esta semana en el Aeroclub de Reus Pepa Sedó, directora de la unidad de robótica y automatización de Eurecat, quien insistió en el amplio abanico de aplicaciones posible. Fue en el marco de la jornada ‘Drons: sector emergent’.

El mundo de la agricultura es uno de los que tiene el uso del dron más integrado. Pero también se utiliza en materia de seguridad y rescate. O como herramienta para realizar diagnósticos para el mantenimiento de fachadas. «Y tiene un peso importante en la inspección de infraestructuras, ya que minimiza  el riesgo para las personas», apuntó Sedó. También se usa en los medios de comunicación y en cine. Es decir, cada vez está en más ámbitos. «En Barcelona, por ejemplo, hemos iniciado la inspección de las alcantarillas con drones», añadió.

«En España, este es un sector que empieza a tener mucha gente implicada. Hay casi 2.000 empresas. Pero todavía facturan muy poco», manifestó. Aún tienen trabajo por hacer, como convencer al cliente de que la información que puede aportar un dron es muy valiosa. Las ventajas son muchas. Más que ventajas, quizás serían oportunidades. Nuevas herramientas. Nuevos usos. «Queda camino por recorrer a nivel legislativo, de modelo y de concepto. Y es importante que se dé apoyo a los pioneros», subrayó la directora de la unidad de robótica de Eurecat.

Si hacemos un pequeño repaso histórico, los drones nacen de una vertiente militar. Los datos más antiguos que se tiene sobre el uso de plataformas aéreas no tripuladas datan de 1849 durante una batalla en Italia. Lanzaron unos globos cargados con misiles. Fue solo el primer paso. A partir de ahí, todo fue cambiando. En los años 40 del siglo XX, se produjo la primera fabricación en serie. Pero la fecha clave, la que supuso una verdadera liberalización –o revolución– fue en 2011, cuando aviación civil incorporó los drones en la designación de aeronave. Antes se había considerado militar. Y a partir de entonces podían empezar a usarlos los ciudadanos de a pie.

La verdadera liberalización se produjo en 2011. Desde entonces, los ciudadanos de a pie también pueden usar estos dispositivos

Una historia que recordaba Carlos Cabrera, jefe de la escuela de pilotos del Aeroclub de Reus. Es optimista. Es consciente de que hay restricciones. Pero también de las oportunidades. «Harán falta empresas para controlar todas esta cantidad de aeronaves que sobrevuelan el cielo. O para realizar el mantenimiento», añadió, poniendo sobre la mesa estos nuevos –y emergentes– perfiles de empleos.

Hay distintas categorías. Pero también requisitos que son para todos: no pueden volar a menos de 15 kilómetros de un aeropuerto ni a más de 400 pies de altura (el mínimo para los vuelos comerciales son 500).

Drone Robotics Technology
Ahora darán un paso más. El presidente del Aeroclub de Reus, Enric Morralla, ha anunciado esta semana la creación de una empresa que construirá drones a demanda. Hechos a medida. Hasta ahora ofrecía formación, y ahora quiere ampliar su ámbito de actuación de la mano de Drone Robotics Technology SL (DRT).

El concejal de Promoció Econòmica de Reus, Marc Arza, insiste en la importancia del sector aeronáutico en la ciudad. Y sus potencialidades. «El Aeroclub es un auténtico parque aeronáutico que queremos impulsar, que sea más conocido. Hay que hacer llegar las oportunidades a nuestras empresas», afirma.

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