Banca, finanzas y seguros: Lecciones en pandemia

Los efectos de la crisis causada por la Covid19 han sido tan profundos en nuestra sociedad que nos han obligado a cuestionar axiomas que creíamos inamovibles y a desaprender estrategias para adoptar un nuevo enfoque que incorpore la incertidumbre como variable y que nos permita una adaptación inmediata al cambio.   Asimismo, la pandemia ha contribuido a acelerar nuevas dinámicas que estaban emergiendo en la sociedad y que han madurado a gran velocidad.

La imprevisibilidad a la que estamos sometidos no puede gestionarse a ritmo lento. En el contexto actual aplica más que nunca la máxima de que ‘lo mejor es enemigo de lo bueno’. Las organizaciones deben abrir los liderazgos a las personas capacitadas para dar respuestas rápidas y eficaces.

Durante el último año nos hemos dado cuenta también de la importancia del optimismo. En entornos difíciles, a las personas conscientemente (no irracionalmente) optimistas les va mejor. La manera en que seamos capaces de integrar el duelo y el dolor provocados por la crisis de la Covid-19 o por cualquier adversidad, nos marcará el camino para salir adelante y salir reforzados. La mejor forma de superar las situaciones y contratiempos producidos a raíz de una crisis es cambiando y evolucionando nosotros mismos.

El último año nos ha demostrado que la ciencia es clave como plan de contingencia y que resulta ineludible reformular el sistema ciencia-tecnología del país, al igual que la colaboración público-privada. Los países que funcionan mejor y generan más bienestar, tienen sectores públicos y privados muy potentes y apuestan decididamente por proyectos de cooperación entre ellos.

La situación vivida, con la limitación de la movilidad, ha acelerado los procesos de digitalización. En este marco, se hace necesario incrementar la presencia de pymes en las plataformas de comercio electrónico e internacionales, dado el incremento del comercio electrónico que se ha producido y que no va a revertir.

En un contexto en el que muchas empresas solo luchan por la supervivencia, también existen compañías que se han adaptado y están consiguiendo crecer. Sería muy ilustrativo elaborar patrones que sean útiles para próximas crisis. Además, habrá que aprovechar las oportunidades que nos puede ofrecer la tecnología para descubrir nuevas fuentes de ingresos.

Estamos aprendiendo a convivir con el cambio. Ha llegado el momento de dejarnos guiar por nuestros principios y avanzar sin mirar atrás, puesto que el futuro es imprevisible. Y en este sentido se necesitarán empresas que protejan los negocios actuales mientras apuestan por nuevas líneas de negocio, con productos que satisfacen nuevas necesidades o que dan mejor respuesta a las necesidades de siempre. En las empresas, deberíamos pasar de los comités de crisis a los comités de transformación.

Otro elemento determinante a tener en cuenta será el de la igualdad. El liderazgo femenino ha demostrado ser muy eficaz. Durante la futura recuperación, el equilibrio de género nos permitirá obtener aprendizajes para implementarlos en las organizaciones y que ese liderazgo deje de ser una novedad mediática y obtenga la categoría de normal.
La pandemia nos ha hecho tomar consciencia de lo vulnerables que somos. Resulta imprescindible que reconozcamos nuestras limitaciones y que la humildad es indispensable para prepararnos mejor para los futuros retos.