Clases de inglés en presencial remoto

Cuenta Gabriel Balaña Prosser (40 años, Perafort), director de la academia de idiomas MILLS Tarragona, que «hace unos años, un alumno de alemán que teníamos en Tarragona tuvo que ir a trabajar a Suiza, pero siguió con las clases online desde allí». Esta experiencia fue la que le vino a la mente como solución de emergencia cuando la Gran Reclusión «nos cogió a todos por sorpresa».

Con la experiencia acumulada tras un curso salvado a base de Zoom, Microsoft Teams, Google Meet, Skype y otras herramientas tecnológicas varias para la comunicación online, esta academia de idiomas fundada en el año 2002 en Tarragona encara ahora el nuevo curso con una apuesta clara por un modelo de enseñanza en presencial remoto, que en el caso de las clases destinadas a empresas serán online.

Mientras que las clases dedicadas a niños (con una media de unos 120 niños y adolescentes con edades entre los 5 y los 17 años), que arrancan este lunes 7 de septiembre, van a priorizar el formato presencial, en el caso de la formación de idiomas orientada a empresas (con una decena de organizaciones como clientes, la mayoría de ellas multinacionales implantadas en el Camp de Tarragona), ésta va a ser al cien por cien online.

Ambas propuestas responden a las demandas directas de sus clientes: «Mientras que ninguna de las empresas con las que trabajamos quiere que las clases se hagan presencialmente -explica este emprendedor-, los padres de los niños nos han pedido en cambio que las clases sean presenciales».

«Si algún alumno ha de estar confinado, podrá seguir la clase a distancia» (Gabriel Balaña Prosser)

En esta academia de idiomas (donde se imparten a día de hoy clases de inglés, francés, alemán y japonés), se han preparado para el nuevo curso de clases presenciales con protocolos como la toma de temperatura a todas las personas que entran en sus instalaciones, la desinfección de las aulas y el material después de cada clase y la creación de grupos reducidos y estables de máximo 6 alumnos.

Además, han asignado en exclusiva a cada uno de sus cinco profesores una de las cinco aulas presenciales que integran esta academia, que han reforzado con equipos informáticos y pantallas de televisión para que estos mismos profesores puedan impartir clases online a empresas o particulares que así lo requieran.

Pero la incorporación de estas herramientas tecnológicas en las aulas no solo debe servir para la docencia online, según explica Gabriel Balaña, sino para asegurar que, «si alguno de esos niños tiene que estar confinado por el motivo que sea, no pierda clases».

La apuesta por el presencial remoto debe permitir que, en el supuesto de que alguno de los alumnos no pueda asistir físicamente a clase en algún momento del curso, pueda estar presente mediante tecnologías remotas, viendo a través de la pantalla de su ordenador a su profesor y compañeros de clase, a la vez que ellos pueden verle e interactuar con él a través de las pantallas de televisión que se han instalado en cada aula.

«El objetivo -explica este profesional de la docencia de idiomas- es que, si hay que estar confinado, la clase se pueda seguir perfectamente a distancia, sin necesidad de cortar el ritmo de aprendizaje». Sin marcha atrás en la incorporación de estas tecnologías, Balaña se muestra convencido de que, «estemos o no confinados, nos tendremos que acostumbrar a su uso».