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El Gobierno ha decidido darse un poco más de margen para cerrar un acuerdo con el que prorrogar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Así, prevé celebrar una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros mañana jueves para aprobar la prórroga a partir del 31 de mayo. Debido a la falta de acuerdo con los agentes sociales, no fue posible aprobar esa prórroga en la reunión habitual de los martes que celebró ayer el Ejecutivo. La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en la conferencia de prensa posterior, se mostró confiada en lograr en breve el acuerdo sobre las condiciones para prorrogar los ERTE y aprobarlo en un Consejo de Ministros extraordinario. Fuentes del Gobierno apuntaron a mañana jueves, 27 de mayo, como la fecha elegida para esa reunión.
En principio se barajó también el viernes, pero ese día el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, se desplaza a Soria para participar en la IV Feria Nacional para la Repoblación de la España Rural.
El esquema y las cifras de exoneraciones en las cuotas de las empresas a la Seguridad Social son el principal escollo de las negociaciones, ya que tanto patronal como sindicatos rechazan cambios en este sentido de cara a la nueva ampliación.
La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, quiso dejar claro que en ningún caso los ERTE corren peligro, y se mostró confiada en que se cerrará un acuerdo sobre las condiciones para prorrogarlos antes del viernes.
«Yo no contemplo la posibilidad de que no haya acuerdo en el marco del diálogo social», insistió Montero. «Tenemos entrenamiento, conocimiento y confianza mutua para conseguir este nuevo acuerdo antes de la fecha», reiteró la ministra portavoz. En el mismo sentido se pronunció la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que quiso tranquilizar a trabajadores y empresas afectadas al decir que los ERTE se van a mantener, que la prórroga no peligra y que ella personalmente «se va a dejar la piel» para que haya acuerdo.
La CEOE fue la primera en rechazar la última propuesta dsel Gobierno, ya que «sigue centando las ayudas en la activación en lugar de en los trabajadores que aún no se pueden incorporar a la actividad», según fuentes de la patronal. Posteriormente fueron CCOO y UGT quienes tampoco dieron su apoyo y apostaron por seguir negociando.
Algo menos de 600.000 trabajadores siguen acogidos actualmente a un ERTE.
