El retraso medio en los pagos de las empresas catalanas sube a 13,93 días

Según un estudio realizado a 400.000 empresas, solo el 30% paga sus facturas dentro del plazo establecido

02 noviembre 2020 08:08 | Actualizado a 22 febrero 2021 18:40
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El retraso medio en los pagos (RMP) de las empresas catalanas creció en el tercer trimestre del año para situarse en 13,93 días, mientras que en las empresas españolas el RMP aumentó hasta los 15,12 días siendo el cuarto trimestre consecutivo que se mantiene al alza, según el ‘Estudio sobre el Comportamiento de Pagos de las Empresas Españolas’ publicado por Informa D&B.

Respecto a Catalunya, la proporción de pagos que se realizaron con puntualidad entre julio y septiembre permaneció en un 47%, como el trimestre anterior, por encima del 44% del conjunto de España. No obstante, un 45% de las facturas en la comunidad catalana se hicieron efectivas con hasta 30 días de retraso y casi un 3% se retardaron más de 120 días.

Este empeoramiento en los datos de pagos, no solo se produjo en Catalunya sino que también se expandió a toda España exceptuando Ceuta y Melilla. En el ranking, Ceuta se sitúa como la peor con un retraso medio de 25,42 días y Navarra lo lidera al ser la única comunidad que baja de los 11 días de demora este trimestre, quedándose en 10,46.

Para ponernos mejor en contexto, si nos remontamos al cierre del año 2017, cinco comunidades españolas pagaban más del 60% de sus facturas con puntualidad, mientras que durante este tercer trimestre de 2020 solo dos comunidades (Aragón y Canarias) superaron el 50%.
Sin embargo, el plazo medio de pagos para hacer frente a sus obligaciones mejoró en un día respecto al trimestre anterior, para quedar en 92,11 días. Esto es así, porque se redujo el plazo medio pactado para hacer efectivas las facturas de 78,84 días en el segundo trimestre a 77 en este. Desde el 2019 los plazos de pago se incrementaron en más de un día.

Sectores más afectados

En referencia a los sectores que se vieron más afectados por el incremento en los retrasos en los pagos, hostelería encabeza la lista. Lidera las demoras, con 26,49 días de tardanza sobre los plazos pactados, superando los 26,29 días de la Administración, que es habitualmente el que encabeza la lista de peores pagadores. Estos dos sectores son los que más han visto crecer sus cifras desde hace un año, aumentando 7,65 y 3,82 días respectivamente. 

Por otro lado, los sectores con los RMP más cortos fueron el de la Industria con 12,21 días y el de las Comunicaciones con 13,41 días. 
Por lo que respecta a la evolución producida desde el segundo trimestre, la mayoría de los sectores vieron aumentar su RMP, salvo Agricultura, Industrias extractivas, Intermediación financiera y Sanidad. 

En vistas generales, el retraso medio en los pagos subió desde el año pasado en todos los sectores con tres excepciones: Agricultura, Industrias extractivas y Educación.

Tamaño de las empresas

El 51% de las micro empresas y el 44% de las pequeñas cumplieron con los plazos de pago pactados frente al 26% de las medianas y el 12% de las grandes en el tercer trimestre del año. Sin embargo, la mayor parte de las medianas y grandes pagaron con un retraso de hasta 30 días, un 66% y un 80% respectivamente, frente al 38 % y el 48% de las micro y pequeñas empresas.

Las pymes cuentan con un retraso medio en sus pagos inferior a las grandes empresas

Con más de 60 días de tardanza, encontramos a un 8% de micro empresas, a un 5% de pequeñas y a un 4% de medianas y grandes.
Las pequeñas empresas son las que tuvieron una media de retraso más baja, 13,11 días, casi 2 días por encima de la de hace un año. Las medianas también aumentaron este plazo en cerca de 2 días, hasta 14,71. Son las micros y las grandes las que tienen la demora más elevada, 16,58 y 16,94 días respectivamente, con crecimientos de 1,39 y 1,34 días en cada caso.

Para poder realizar una estimación del coste directo que los retrasos en los pagos supusieron para el conjunto del tejido empresarial, se extrapolaron las principales conclusiones de este estudio al conjunto de la economía española, lo cual se refleja en un coste derivado de 1.974 millones de euros.

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