Elecciones en EEUU: la ‘Ola Azul’ y el crecimiento

En EEUU cada vez se aleja más el riesgo de una elección ‘empatada’. Los sondeos dan un 53,5% del voto a Biden frente a un 45,2% para Trump (no es cierto que los sondeos fallen, a estas alturas en 2016 los sondeos indicaban 48,5% para Clinton y 45% para Trump y el resultado final fue 48,2% y 46,1% respectivamente, errores de menos de un 1%).

Con una diferencia tan abultada los inversores empiezan a anticipar una ‘Ola Azul’, la victoria del Partido Demócrata en las dos cámaras además de en la presidencia. Los momentos en los que un solo partido controla los tres órganos son poco frecuentes (ha sucedido menos de un tercio del tiempo transcurrido desde la Segunda Guerra Mundial) pero son los que permiten acometer cambios políticos profundos, los dos primeros años de Obama (reforma de la salud) y de Trump (reforma fiscal) son un buen ejemplo.

El programa económico del Partido Demócrata tiene un claro sesgo hacia el crecimiento, a través del gasto público, pero con fuertes subidas de impuestos a los beneficios empresariales, podríamos resumirlo como «más crecimiento, pero menos beneficios».

De momento los inversores están reflejando sobre todo la expectativa de más crecimiento, pero pueden adelantarse demasiado a los acontecimientos. La secuencia en la que se adopten las medidas es relevante, y la lógica política hace pensar que primero se anunciarán las amargas, subidas de impuestos, y después las dulces, expansión del gasto.

Con esta secuencia quizás la ‘Ola Azul’ no beneficie tan claramente a las apuestas cíclicas como anticipan los inversores, y eso si se produce, que la diferencia de intención de voto en el Senado, la cámara dominada por el Partido Republicano, es menor que para la presidencia.