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Industrias Químicas del Óxido de Etileno (Iqoxe) está llevando a cabo la reconstrucción de sus instalaciones en el polígono petroquímico de Tarragona después de la explosión que tuvo lugar el 14 de enero, en la que perdieron la vida tres personas.
Para los trabajos, Iqoxe ha comprometido una inversión de más de 27 millones, según dio a conocer ayer la propia compañía a través de un comunicado de prensa. La petroquímica, filial de Grupo Industrial CL, se declara comprometida en la labor de renovación y optimización de todas las instalaciones con el objetivo de mantener la producción en el Camp de Tarragona.
La empresa, que ha completado ya la construcción de una nueva subestación eléctrica, asegura que todas las instalaciones, ubicadas en el término de La Canonja, han sido sometidas «a los más exigentes controles de seguridad». La compañía, según su comunicado, ha llevado a cabo pruebas hidráulicas en la totalidad de los equipos de sus plantas, y ha comprobado el funcionamiento de los sistemas de control y de seguridad «bajo la supervisión de empresas externas independientes y de prestigio colaboradoras de la Administración».
En relación con el compromiso con la seguridad, Iqoxe destacó que destinará una partida de 4 millones de euros a nuevas salas de control bunquerizadas y salvaguardas complementarias. «Cerramos 2020 y lo hacemos estando preparados para ser una empresa líder en diversos ámbitos», manifestó ayer el director general adjunto de la compañía, Javier de Benito, que hizo hincapié en los ámbitos de «tecnología y seguridad», si bien resaltó asimismo que Iqoxe cuenta también «con un equipo humano preparado, competente y motivado para continuar haciendo de Iqoxe una pieza importante en la dinámica del polígono petroquímico, como generadores de productos que otras empresas requieren en sus procesos productivos, y también en la creación de inversión, ocupación y riqueza para el territorio».
Entre las labores de reconstrucción de Iqoxe está la sustitución de la sala de control accidentada y la sala de la planta de óxido de etileno por la tecnología más moderna del mercado, «que garantiza los más elevados sistemas de seguridad». Los tres nuevos edificios modulares que la compañía prevé instalar han sido diseñados para que sean más resistentes ante eventuales explosiones y radiación térmica y permitan un mejor confinamiento en caso de una hipotética fuga.
