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La inversión hotelera en el Estado ha caído un 61% en 2020, hasta 960 millones de euros, según datos de la consultora inmobiliaria CBRE. El descenso de la actividad se explica por la situación provocada por la crisis económica y el paro ocasionada en los meses de confinamiento, aunque la actividad en el cuarto trimestre del año ha permitido mejorar las expectativas de cara a 2021.
Baleares es el principal destino de este año, con un 34% de la inversión total. A esta le siguen Barcelona y las Islas Canarias, con un 18% y un 13%, respectivamente. La cuarta posición la ocupa Madrid, con un 11%, después de ser el principal destino de inversión en 2019.
"2020 arrancó de forma positiva sumando un 14% más de volumen de inversión en comparación con el primer trimestre de 2019. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, factores como la gran incertidumbre de los mercados, la escasez de financiación bancaria, el freno de la actividad operativa y la diferencia de expectativas de precio entre compradores y vendedores ha provocado que la inversión total haya caído", ha explicado el responsable de Hoteles Iberia a la compañía, Jorge Ruiz.
Sin embargo, la consultora ha observado un "elevado interés" por parte de los inversores, especialmente institucionales, en el mercado hotelero español, acentuado por un entorno de tipos bajos, de elevada volatilidad bursátil y la posibilidad de comprar activos estratégicos a precios más competitivos.
Para los próximos meses, CBRE augura una "actividad transaccional considerablemente superior", que se acelerará a partir del segundo semestre.
En 2020, un 74% de la inversión se ha dirigido a activos individuales, mientras que los inmuebles procedentes de carteras han captado un 26%, por encima del 21% registrado en 2019. Los activos vacacionales han ganado peso en el mercado y han acaparado el 61% de la inversión, en comparación con el 45% registrado el año anterior.
Los inversores institucionales también han ganado protagonismo en 2020 y han pasado de un 29% del total a un 44%. A estos les siguen los inversores privados, 'family offices' y empresas inmobiliarias o de otros sectores, con un 37%, seguidas de grupos hoteleros, con un 16%.
La categoría hotelera a la que se ha destinado más inversión han sido los hoteles de cuatro estrellas, un 38%, seguido de los de cinco estrellas y gran lujo, con un volumen del 33%.
